Mitad de año y refugios para mujeres operan sin recibir el financiamiento federal

                                                                                                          Foto: Desinformémonos

 

A poco de que finalice el mes de junio, continúan sin llegar los recursos federales para todos los refugios aprobados en la primera convocatoria, sin embargo, ya se dio a conocer la publicación de la segunda convocatoria. En medio de este panorama, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) encargada de operar este presupuesto, aseguró que los recursos estuvieron disponibles “en tiempo y forma”.

La Red Nacional de Refugios (RNR) informó que aún hay refugios operando sin financiamiento, lo anterior provocado por procesos burocráticos que representan violaciones a los derechos humanos de las mujeres, señalaron.

“Instamos a que se prioricen los derechos humanos ante todo proceso administrativo. Es momento de que el Estado cumpla con su responsabilidad de garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres y brindar espacios para su protección y restitución de derechos como lo son los refugios”, expresó la RNR.

Pese a estos señalamientos, la titular de Conavim, Fabiola Alanís Sámano, destacó que “los recursos disponibles para refugios especializados estuvieron en tiempo y forma, desde la última semana de enero de 2023”.

Durante el informe mensual del Grupo interinstitucional de la estrategia nacional de protección para las mujeres, niñas, niños, adolescentes y adultas mayores que viven violencias basadas en el género (GIEV), realizado el 28 de junio, Alanís Sámano agregó que “los primeros refugios que lograron hacer la gestión y cumplieron con los requisitos que establecen los lineamientos en la materia para acceder a este recurso federal, lo obtuvieron en los meses de febrero y marzo”.

Sin embargo, la Red Nacional de Refugios ha declarado en constantes ocasiones que esto no ha ocurrido así. Mientras tanto, los derechos y seguridad de las mujeres, además de aquellas que colaboran en estos espacios, se encuentran en riesgo.

“Si el Estado mexicano no garantiza los recursos para la operación de los Refugios, nos está dejando a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencias otra vez como por miles de años: de lado. Y el dilatar, retrasar o negar el acceso y la distribución a estos recursos, que les quede muy claro que no solamente es un tema de dinero perse, es un tema de salvar vidas, es un tema de transformar sociedades y de fijar una postura respecto a esta pandemia de violencia contra las mujeres, que si no nos han matado, ha sido por un esfuerzo propio, no porque el Estado haya cumplido al día de hoy con la obligación plena de garantizar a las mujeres una vida libre de violencia”, expresó Daniela, usuaria de un refugio. 

Cabe destacar que, tan solo de enero a marzo de 2023, la Red Nacional de Refugios dio acompañamiento, atención integral y protección a un total de cinco mil 568 mujeres, niñas y niños.

Testimonios de las mujeres a las que se les ha acompañado en el primer trimestre del 2023, revelan que 32 por ciento de ellas solicitaron apoyo ante su problemática a otras instituciones, antes de llegar al refugio sin haber recibido el apoyo esperado, por ejemplo 2 por ciento solicitó apoyo a algún Instituto de las Mujeres, el cuatro por ciento a un Centro de Justicia, el dos por ciento a una Luna, cuatro por ciento a una instancia policial, el seis por ciento a un Centro de Atención a la violencia, etc.

De las 503 mujeres atendidas de enero a marzo del 2023 a través de línea telefónica y redes sociales, el 28 por ciento de ellas refirieron haber sido víctimas de violencia física, el 30 por ciento de violencia psicológica; 37 por ciento de violencia económica y 55 por ciento refirió violencia patrimonial.

Una de cada 10 mujeres reportó estar pasando por todas las violencias mencionadas; seis de cada 10 mujeres que tienen hijas e hijos refieren que sus niñas y niños también viven algún tipo de violencias. Asimismo, 27 por ciento de las mujeres atendidas reportaron haber sido víctimas de violencia sexual. De los hombres agresores reportados, 52 por ciento eran parejas actuales de la mujer y el 40 por ciento eran sus esposos.

 

 

Encuentro de Pueblos Fumigados: por un país y un continente con soberanía alimentaria

                                                                               Foto: Desinformémonos

 

“Fabián Tomasi me dejó un legado. Un día estábamos en su casa y dijo: ‘Si quieren saber lo que hacen los agrotóxicos, pregúntenle a Estela’. Por eso mi semilla es mostrar todo lo que pasó Fabián. Él trabajó con agrotóxicos sin saber el impacto que eso tenía en su cuerpo, como nos pasó a nosotros en la escuela”. Quien habla es Estela Lemes, docente rural fumigada y una persona clave en la lucha contra los agrotóxicos en el litoral argentino. En el Encuentro Nacional de Pueblos Fumigados, Estela menciona a Fabián y su emoción se vuelve colectiva. Fabián Tomasi murió en 2018, a causa de una enfermedad ocasionada por los venenos que el agronegocio esparce sobre los campos de todo el país.

A la voz de Estela se suman otras. El encuentro es el primero que se realiza en muchos años: los que llevan más tiempo de militancia en la espalda recuerdan que el último fue en 2010. Los pueblos escriben su historia sobre la memoria compartida. Por eso al recuerdo de Fabián se suma el del referente de la ciencia digna, Andrés Carrasco, y el de uno de los promotores de la agroecología en la región, Carlos Vicente. El rostro de Berta Cáceres, dibujado en una bandera, es parte de la escena.

Para hacer puentes entre las militancias del ayer y las necesidades del hoy, hace falta encontrarse, charlar, conocer a través del compañero o la compañera lo que pasa en cada territorio. Hace falta volverse red. Y es precisamente esto lo que se concluyó al finalizar el encuentro, llevado a cabo el pasado 17 de junio en Rosario: construir una red apartidaria de pueblos fumigados de Argentina, con el objetivo de desarrollar estrategias y acciones conjuntas. El horizonte trazado es  luchar por un país libre de transgénicos y agrotóxicos biocidas y promover la agroecología, la soberanía alimentaria y el Buen Vivir.

Estela sintetiza: “Vine con una expectativa que fue totalmente cubierta por este encuentro. Más allá de los lugares donde vivamos y de los problemas que tengamos en cada pueblo y en cada ciudad, tenemos que ir por la misma senda, que es cuidar nuestra tierra”. Y agrega: “Tenemos que seguir contando todo lo que pasamos para que las generaciones que vienen sigan luchando con más fuerza. Yo quiero una patria sin venenos. Pueden cambiar los gobiernos o las empresas, que lo único que quieren es llenar sus bolsillos en desmedro de la salud de la gente, pero yo quiero una patria donde no se sigan muriendo nuestros gurises». 

En 2010, Estela denunció a las avionetas que fumigaban sobre la escuela 66 Bartolito Mitre de Gualeguaychú. En 2021, la Sala II Laboral de la Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú reconoció que los químicos biocidas la enfermaron. Haciendo memoria, pero también proyectando a futuro, la maestra afirma: “Hoy nuestra pelea es para que dejen de fumigarnos, pero también para que en las escuelas se coman alimentos agroecológicos. Hace dos semanas fumigaron de noche sobre la escuela. Por eso la lucha debe seguir”.

Encontrarse para sembrar

El espacio de la reunión es La Toma, que en el pasado fue un supermercado y, al quebrar en 2001, sus trabajadores lo recuperaron como sede que alberga a diversas organizaciones populares y obreras de la ciudad. Entre ellas, Paren de Fumigarnos, la asamblea que nuclea a los pueblos fumigados de la provincia de Santa Fe.

Las sillas se disponen en ronda, que se abre a medida que llegan nuevos activistas. En el primer piso de La Toma, en Rosario, los abrazos y los mates hacen olvidar por momentos el viento frío que llega desde el río Paraná. Son las diez de la mañana y el Encuentro Nacional de Pueblos Fumigados está por empezar. Las banderas cuelgan de las ventanas con consignas escritas sobre dibujos de ríos, de campos, de árboles. Las frases dicen “basta de agrotóxicos” y los paisajes pintados sobre los trapos son aquellos que se defienden todos los días del agronegocio.

Cincuenta activistas socioambientales de siete provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, Córdoba, Tucumán y ciudad de Buenos Aires) se sientan en ronda, alrededor de un fuego imaginario. Los territorios presentes trazan las coordenadas de la expansión de la frontera agropecuaria y muestran cómo ese corrimiento va levantando a los pueblos que quieren defender su salud y la de la tierra que habitan.

Con una dinámica propia de la educación popular, Anabel Pomar, periodista e integrante del colectivo Exaltación Salud, propuso que cada quien pueda escribir en un papelito qué esperaba de un espacio colectivo formado por pueblos fumigados. Entre las palabras y consignas escritas aparecieron: “concientizar”, “plantar”, “fortalecer resistencias”, “pensar nuevas alternativas”, “agroecología ya”, “generar redes”, “armar una estrategia nacional”, “comunicación y acción popular”.

La tierra comenzaba a prepararse para el después: el planteo colectivo de la necesidad de una red de pueblos fumigados de Argentina para frenar el envenenamiento masivo del agronegocio y promover la agroecología como un paso necesario para la soberanía alimentaria. Una instancia colectiva que recupere la especificidad de la lucha de los pueblos fumigados.

Las y los presentes resolvieron además organizar una marcha plurinacional de los pueblos fumigados, el próximo 4 de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires con las consignas “¡Paren de fumigarnos!” y “¡Agroecología ya!”. La fecha fue elegida por su cercanía con el Día de Acción contra los Plaguicidas, que se recuerda cada 3 de diciembre, en conmemoración de las víctimas de Bhopal. El 3 de diciembre de 1984, en Bhopal (India), más de 25.000 personas murieron al liberarse al aire pesticidas desde una fábrica de Union Carbide (hoy Dow Chemical).

Sin agrotóxicos, con agroecología

El encuentro fue el puntapié para una red de pueblos y organizaciones, pero también un espacio necesario para quienes no quieren seguir respirando y comiendo venenos. En tiempos de rosca y cierre de listas para las elecciones, los pueblos fumigados de Argentina siguen el camino de otras organizaciones populares hacia una democracia realmente participativa. Todas las personas que asistieron pudieron hacer uso de la palabra, contras sus desazones y esperanzas y también hacer propuestas.

En medio del debate, una mujer irrumpió con su voz y fue tajante: “Necesitamos meter las manos en la tierra y enseñarle a nuestros gurises a alimentarse bien. Quiero que podamos hacer nuestros cultivos libremente, que las mujeres podamos reunirnos afuera en la vereda sin ser fumigadas”. Desde Luján, otra participante aportó la necesidad de difundir información sobre las causas del cáncer, ante el aumento de casos en donde vive, zona núcleo del agronegocio. “Si lo que comemos tiene venenos, no es alimento”, enfatizó. 

El Grupo de Extensión Impenetrable Chaqueño de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires trajo al encuentro el audiovisual “Las evidencias del agua”, del documentalista Juan Alaimes, que muestra los problemas de las poblaciones chaqueñas para acceder a agua en cantidad y con la calidad necesaria. En el documental, se ve una canilla liberando un chorro débil de agua emblanquecida. Recuerda que existen, en Argentina, muchas personas que pagan el precio del agronegocio tomando agua contaminada.

Mariano Sánchez Toranzo, de la Campaña Plurinacional por la Defensa del Agua para la Vida, puso la voz de alarma sobre la necesidad de preservar el agua de quienes la ven como un bien económico: “El agua es una prioridad, se debe cuidar y proteger para garantizar la reproducción de la vida. El agua que estamos tomando y usando nosotros es la que usaron generaciones anteriores y van a ser la que consuman las que vienen. Es muy importante que la defendamos”. 

Quienes asistieron al encuentro buscaron no sólo describir el panorama nacional en cuanto al uso de químicos, sino también comunicar una alternativa al modelo de empresas como Bayer/Monsanto. Esa alternativa es la agroecología. “Hay que romper el mito de que la agroecología es sólo la huerta en el patio y mostrar que en verdad es posible producir de otra manera”, fue una de las ideas que más circuló en el intercambio.

“Para hacer agroecología hay que recuperar los suelos y eso no se hace con un sólo productor ni de un año para otro, se necesita promoción de esa actividad y mostrar que otra forma de producir es posible”, sintetiza en el debate Graciela Canziani. Investigadora del campo de la Ecología Matemática, manifesta: “Si no cuidamos la naturaleza y somos racionales en el uso de los bienes que nos da la naturaleza, no va a haber salud. Y si tenemos un entorno enfermo, depredado, deteriorado, no podemos pensar en que vamos a ser seres humanos saludables. No alcanza con la crítica. Tenemos que proponer caminos de restauración de los ecosistemas y de la salud de los ecosistemas y de las personas”.

Ese es el camino que se comenzó a trazar en el último Encuentro de Pueblos Fumigados de Argentina.

Una red latinoamericana contra los biocidas

Al inicio del encuentro se mencionó la recientemente creada Red de Pueblos Afectados por los Agrotóxicos de Nuestra América. Carlos Manessi, de la ciudad de Santa Fe, comenzó la rueda de intercambio: “El modelo de la soja no es sólo para Santa Fe y para Argentina, sino para el Mercosur, la publicitada república unida de la soja”. 

La red latinoamericana quedó conformada por Uruguay, Paraguay, Brasil, Ecuador, Colombia y Argentina, con el objetivo de avanzar hacia la erradicación de los biocidas, la soberanía alimentaria y los biocidas, respetando las características propias de cada país. La multiplicidad de escenarios se evidencia por ejemplo en el nombre elegido para el espacio. En portugués, por ejemplo, la palabra “fumigado” no existe, ni tampoco una traducción que sea útil a las organizaciones de Brasil. “Pueblos fumigados no es un término conocido en otros países, como para generar una identidad colectiva”, explicó Marcos Filardi, del Museo del Hambre.

“Nuestra región se ve afectada por los impactos en la salud y el ambiente por los agrotóxicos que son utilizados por el agronegocio en la agricultura en forma indiscriminada afectando a todos nuestros pueblos. Por lo tanto, ante la agresión que sufrimos, los pueblos se unen, se organizan para transformar esta realidad en el bien de todos los que habitamos Nuestra América”, se lee en un comunicado emitido con posterioridad al encuentro. 

El espacio internacional se organizó para apoyar y fortalecer los procesos locales de resistencia en los diferentes territorios regionales con estos horizontes comunes; consolidar un espacio de intercambio de saberes y experiencias entre los diferentes procesos regionales del continente y realizar acciones de denuncia, difusión e incidencia como articulación regional de pueblos afectados por agrotóxicos. La Secretaría de la Red será rotatoria y la primera en asumir esa responsabilidad fue la organización Paren de Fumigarnos de Santa Fe.

 

 

A un paso de llegar. México y su realidad migratoria

                                                                                             Foto: Desinformémonos

 

María y su familia se vieron en la necesidad de abandonar la isla de Roatán (Honduras) debido al asesinato de su hijo, y ahora se encuentran cruzando por México en búsqueda de llegar a Estados Unidos. La migración tiene múltiples maneras de ocurrir, pero muchas veces no se ve como lo que es: la movilización de miles de vidas en búsqueda de un nuevo comienzo.

Las causas de la migración son complejas y, en muchos casos, históricas. La violencia por parte del crimen organizado, la falta de oportunidades laborales, las movilizaciones forzadas y los estados fallidos son algunas de las causas que provocan la necesidad de emigrar. En muchas de estas situaciones, ni siquiera es la persona en situación de migración la que toma la decisión: esta es determinada por las circunstancias en las que se encuentra y la realidad que la rodea.

Según la Organización Internacional de Migración (OIM), en el año 2020, más de 280 millones de personas se encuentran en situación de migración, lo cual equivale al 3.6% de la población mundial. En el contexto mexicano, según la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, en el año 2021 cruzaron por México 309,692 personas de manera irregular (más información en esta hoja de Excel).

A nivel internacional, México siempre ha representado un país importante respecto a las movilizaciones humanas — históricamente como un país expulsor — , pero actualmente convirtiéndose en uno de tránsito, específicamente en el contexto de la migración centroamericana hacia Estados Unidos. Sin embargo, el camino por México no es nada sencillo y las autoridades migratorias tampoco son una red de seguridad; en realidad, podrían parecer todo lo contrario. Este capítulo del pódcast El Hilo explica un incidente reciente ocurrido en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Incidentes como el ocurrido en Ciudad Juárez el pasado 27 de marzo; la famosa ley de “cero tolerancia”, por la cual más de 2,700 infantes fueron separados de sus familias en la frontera mexicoamericana; o el descubrimiento de 53 cuerpos de personas migrantes atrapadas en un semirremolque en las afueras de San Antonio, Texas en el 2022, nos explican que el panorama al que se enfrentan las personas en situación de migración es complicado en cada una de sus etapas.

Entre 2014 y 2021, la cifra anual de cuerpos de personas migrantes hallados en la frontera entre ambos países rondaba los 457, de acuerdo con un estudio realizado por el OIM (2021). Esto la convierte en la frontera más letal a nivel mundial, según la misma información de la OIM.

Es importante para la comprensión del panorama migratorio en México entender la política migratoria, la cual, según la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de México, es la siguiente:

“En este contexto y partiendo del respeto pleno de los derechos humanos, la inclusión y la perspectiva de género, la política migratoria del Gobierno de México (2018–2024) se constituye sobre la base de un paradigma, cuyo centro es la persona migrante y el desarrollo social y económico como sustento de la movilidad humana de una manera regular, ordenada y segura”.

El panorama migratorio en México, explicado por los organismos federales encargados, nos presenta que los migrantes tienen derechos, no deben ser encarcelados, deben ser respetados como individuos sin distinción por características personales y que el Estado se encuentra comprometido a propiciar la segura y ordenada movilización humana. Pero la realidad se desarrolla de una manera distinta.

Escuchar a las personas que pasan a través de México es la prueba viva de que la realidad es muy distinta a lo que es expresado por las autoridades. María es una mujer proveniente de Roatán, una pequeña isla ubicada al norte de Honduras. Ella se vio en la necesidad de salir de su país debido al asesinato de su hijo.

María cuenta que vivir en Roatán era un sueño: el clima tropical que cada día la levantaba con energía, el brillo del sol reflejado en las hojas de las palmas, el cuidado comunal que compartían las personas que viven en la isla… pero es un sueño que ya no puede continuar. El asesinato de su hijo vino acompañado de una amenaza por parte de las pandillas de la isla: “Si te quedas aquí, te vamos a quitar a tu otro hijo”.

Como madre, supo que no existía ninguna otra decisión, así que tomó a su familia y puso toda su casa en una maleta. Sin mirar atrás, María partió hacia el norte, llegando a México por el estado de Chiapas. Al contar con la capacidad económica para moverse, María y su familia se desplazaron en autobuses hasta llegar al centro del país. Sin embargo, ahí se vieron en la necesidad de cambiar de medio de transporte, por lo cual en el estado de Hidalgo decidieron, como familia, montarse en La Bestia.

La historia de María no es un acontecimiento aislado. Durante el transcurso de su viaje conoció a muchas familias que se encontraban en la misma situación. En el grupo con el que viajaba se encontraba un joven hondureño de 24 años, una pareja proveniente de Venezuela, una mujer mayor que viajaba sola, una madre soltera con su hijo de ocho años y la familia de María, conformada por su esposo y su segundo hijo. María y su esposo tomaron la decisión de dejar a su hijo más pequeño con los padres de su esposo, porque la dificultad del viaje sería demasiado para el pequeño.

“Esto es lo más difícil que he hecho”, comenta María respecto a tomar la decisión de emigrar, y agradece a Dios cada día por cuidarla en su viaje. María no esperaba la dimensión territorial que México tiene y comenta que sin duda ha sido el país que más le ha costado cruzar. La complejidad del terreno, la susceptibilidad a la violencia, la distancia y el cuidado de higiene y de salud son las características principales que menciona María.

El hijo de María ha bajado de peso desde el inicio del viaje y se enferma constantemente. De igual manera, el hijo de la otra madre que viajaba en el mismo grupo comentó que su pequeño perdió ocho kilos y comenzó a mostrar síntomas de desnutrición, por lo que tuvo que parar varios días en el hospital después de ser internado. María también comentó que fue detenida en una estación migratoria durante el trámite de su permiso migratorio, el cual le brinda 45 días para salir del país.

Es importante mencionar que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 13 garantiza la libertad de movimiento. En el documento se explica que las personas internamente desplazadas tienen el derecho a buscar una solución temporal o permanente dentro o fuera de su país y no deberían ser detenidas por hacerlo. “La estadía en los centros migratorios es mala, la comida es poca, estas todo el tiempo vigilada, los agentes migratorios son groseros y no te ayudan de ninguna manera y el lugar estaba descuidado tiene pésimas condiciones”, comentó María sobre la experiencia.

Wilmer (Venezuela)

Proveniente de Venezuela, Wilmer se vio en la necesidad de emigrar debido a la relación que su hermano tenía con la banda de crimen organizado llamada Los Colectivos, en Caracas. Aunque no portan armas, este grupo responde directamente al gobierno venezolano y es considerada una organización peligrosa con fuertes conexiones y recursos.

El acontecimiento que desató la necesidad de Wilmer y su familia de huir fue una confrontación entre Los Colectivos y una de las pandillas que operan en la capital, resultando en la victoria de la pandilla. Al concluir el enfrentamiento, el hermano de Wilmer huyó del país. Por consecuencia, la familia de Wilmer fue amenazada y tuvieron que abandonar sus vidas en Venezuela.

Llegaron primero a Ecuador, donde, aunque no vivieron en la mejor situación, pudieron asentarse por tres años. Sin embargo, los bajos salarios a causa de su estatus migratorio y el aumento de la violencia impulsaron a Wilmer a abandonar el país.

La división natural que separa Sudamérica de Centroamérica es conocida como el Darién. Es una región selvática y pantanosa que se encuentra en la frontera entre Colombia y Panamá. Todas las personas que se encuentran en situación de migración provenientes de Sudamérica y que no tienen el capital económico para moverse en bote o avión deben pasar el Darién a pie. Esto fue lo más difícil para Wilmer y su familia.

“Esa parte es muy fuerte, muy muy fuerte. Tuvimos mucha suerte, si te ibas por un camino equivocado te secuestraban, te robaban o te mataban”. En el 2022 fueron reportadas las muertes de 36 personas en situación de migración en la jungla del Darién. Se estima que esta cifra en mucho mayor, pero la falta de acceso a la zona hace imposible la obtención de los cuerpos y, por ende, tener un registro completo.

A partir de ese punto, el resto del camino fue fácil para Wilmer y su familia. Antes de subirse a La Bestia con destino en Piedras Negras, Coahuila, Wilmer extendió la siguiente reflexión sobre el trato que reciben las personas migrantes y la percepción que muchos mexicanos tienen sobre ellos.

Esto debido a que el trato que ha recibido él y su familia ha sido muy malo por parte de los mexicanos. Comentó que ha sido víctima de insultos en diferentes partes del país, que la gente se les queda viendo a él y a su familia, y que el trato que ha recibido pésimos tratos por parte de los agentes migratorios. Además, la policía lo ha detenido múltiples veces y ha debido pagar sobornos para evitar ser arrestado, situación que muchas otras personas en situación de migración viven en el país.

Joseph (Guatemala)

La familia de Joseph es proveniente de la región noroeste de Guatemala, donde se habla el idioma mam. “Yo soy chapín de corazón”. Así comenzó a contar su historia Joseph, compartiendo que las raíces de su familia son indígenas. Su llegada a México fue consecuencia de una fuerte adicción a la heroína con la que batalló por muchos años; fue aquí donde logró ponerle fin.

Joseph trabaja temporalmente en el albergue de la Casa del Peregrino Migrante, la cual se ubica en Huichapan, Hidalgo. Ahí formó una relación estrecha con el coordinador y los trabajadores del albergue, por lo que decidió quedarse. Sin embargo, su estadía no es permanente y debe regresar a renovar su permiso de trabajo.

“Aquí pasan personas con historias más fuertes que la mía, con problemas de persecución, problemas de crisis económica”. El trabajo que Joseph ha realizado lo ha ayudado con sus propios problemas, pues explica: “Así he podido servir a otras personas”. Es por eso que explica que le resulta extraño tener que regresar a casa, donde, aunque tiene más comodidades, su familia se ha vuelto un poco ajena para él.

La relación distante con su familia no es una situación nueva para Joseph. Su padre emigró a Canadá en 1985 debido a la guerrilla que enfrentó Guatemala, dejando a la mayoría de su familia en su país natal. Tener una familia divida siempre ha marcado su realidad. Sin embargo, y según comenta, nunca se ha hecho más fácil.

“Saber que todavía tengo familia en Guatemala es horrible”.

Joseph sabe que debe ir a Canadá, donde ahora también se encuentran su madre y sus dos hermanos. Sin embargo, su identidad se encuentra fragmentada por el impacto que ha tenido la migración de su padre en su vida. Por el momento decide quedarse en México, porque entiende la inmensa dificultad de la migración y sus grandes efectos en la vida de las personas.

“La situación migratoria en México es muy difícil”. Aunque Joseph decida estar en México porque ama el país, ha visto en primera mano el trato que reciben las personas migrantes aquí. Contó una historia sobre un delincuente de la zona que entró armado al albergue y asaltó a todos los migrantes que se alojaban ahí. Al llamar a las autoridades, estas se negaron a actuar, debido a que se trataba de personas que estaban “ilegalmente en el país”, y los amenazaron con detenerlos y entregarlos a las autoridades migratorias si seguían contactando a la policía.

Albergues, oasis en el desierto migratorio

Los albergues migratorios, instituciones sin fines de lucro y autofinanciadas, fungen, en el territorio mexicano, como el único espacio en el que las personas en situación de migración pueden bajar la cabeza y tomar un respiro. Estos ofrecen espacios que usualmente pasan desapercibidos fuera de esta realidad: baños, camas, lavaderos, comida y seguridad.

Los espacios de recepción deben encontrarse fuera del control gubernamental, debido a que actúan meramente como un lugar de estancia temporal y su objetivo es servir y acompañar a las personas migrantes. Es importante separarlos de los centros migratorios o centros de detención de migrantes, los cuales pertenecen al gobierno y tienen como principal función la detención, procesamiento y, eventualmente, la expulsión de personas extranjeras en situación de irregularidad.

Según un informe de la CNDH del año 2019, México cuenta con 30 Estaciones Migratorias, en su mayoría instaladas entre el año 2000 y 2010. Conjuntamente, suman una capacidad para albergar a 2,226 personas migrantes.

México, una frontera vertical

En el año 2022 se presentó el documental The Vertical Border, un largometraje que retrata a detalle los desafíos que enfrentan las personas en situación de migración al llegar a México. Desde el crimen organizado, que orquesta secuestros coordinados de migrantes con el fin de obtener sus rescates en dólares, a las injustas detenciones por parte de las autoridades migratorias mexicanas.

Existe una fuerte problemática que perjudica la migración a nivel nacional y es la vulnerabilidad que conlleva la movilidad humana y los riesgos a los que se puede exponer la persona migrante, que son diversos y complejos. Es necesario entender que, en muchos casos, para poder entrar a Estado Unidos, los migrantes centroamericanos deben aplicar desde el territorio mexicano. Los periodos de espera de respuestas pueden extenderse, lo que agudiza la situación de peligro.

La realidad de las personas que viven la migración y la postura que dice tener el país, parecen ser totales opuestos. Las historias de vida recopiladas a lo largo de este reportaje demuestran una fuerte falla por parte del Estado mexicano en su manejo del proceso migratorio. Es crucial que las dinámicas migratorias mejoren, porque se violan los derechos humanos de las personas y, por ende, la integridad física, moral y psicológica aquellos que solo están buscando una mejor calidad de vida.

 

Retiran proyecto del INE que obligaba a Radio Tosepan a transmitir spots de partidos políticos

                                                                                                     Foto: Desinfromémonos

 

Para continuar con su revisión, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación retiró el proyecto de resolución del Instituto Nacional Electoral (INE) con el que pretendía obligar a la radio comunitaria Radio Tosepan Limakxtum a transmitir spots de partidos políticos en su programación.

La radio comunitaria, que tiene cobertura sobre el territorio nahuat, tutunaku y mestizo de la Sierra Nororiental de Puebla y Veracruz, señaló que espera que la revisión derive en un nuevo proyecto de resolución en el que “se reconozcan plenamente los derechos de los pueblos indígenas en materia de autonomía y comunicación”.

La resolución del Tribunal se dio a conocer el pasado 28 de junio, día en que se realizó la sesión pública para resolver el recurso interpuesto por Radio Tosepan, perteneciente a la Unión de Cooperativas Tosepan, contra el proyecto del INE.

“La radio es el instrumento mediante el cual promovemos y protegemos este sistema de organización, y no estamos dispuestos a que se convierta en un espacio de promoción de los partidos políticos que nada tienen que ver con nuestro modo de organización y gobernarnos”, aseguraron en un comunicado Radio Tosepan Limakxtum y la Unión de Cooperativas Tosepan, días antes de la sesión.

Destacaron que una resolución que no reconozca sus derechos convertiría a la concesión de uso social indígena de la radio “en un mecanismo de asimilación forzada”.

La radio comunitaria y el pueblo masewal instaron al Estado mexicano a que con la nueva resolución se respeten y se reconozcan los territorios ancestrales y los derechos políticos, culturales, económicos y en materia de comunicación de los pueblos indígenas.

 

 

 

Filantropía feminista hacen posible un banco de medicamentos para el aborto seguro en Baja California

                                                                                                         Foto: SemMéxico

 

El Fondo Semillas con financiamientos que van desde los 400 mil hasta un millón 200 mil pesos a 157 organizaciones en el país beneficio directamente a cerca de 84 mil niñas, mujeres y personas trans e intersex con acciones sustantivas como la creación de un banco autogestivo de medicamentos para asegurar el aborto en Mexicali y el rescate y mantenimiento del Estero “El Conchalito” en Baja California Sur.

La organización feminista Fondo Semillas desde hace 32 años financia y acompaña a organizaciones que trabajan por la igualdad de género en México. El 2022 les permitió fortalecer los procesos y trabajo para impulsar una filantropía feminista en favor de los activismos dignos y sostenibles.

Después de un análisis de los donativos que brinda Fondo Semillas incrementaron entre 25 y 100 por ciento los montos de sus donativos con una perspectiva de justicia económica y redistributiva. Con el objetivo de generar una mayor sostenibilidad a las organizaciones feministas y de mujeres con énfasis en el cuidado colectivo.

En su sitio renovado, señalan que existen porque en México 77 embarazos por cada mil son de niñas y adolescentes muchas de ellas por violación, otras por falta de información o acceso a anticonceptivos. La esperanza de vida de las mujeres trans en América Latina es de 35 años de edad por los crímenes de odio. Y porque en México las mujeres ganan 34 por ciento menos que los hombres en el ámbito laboral, aunque desempeñen las mismas actividades. 

Banco autogestivo de medicamentos para aborto seguro

Entre sus logros mencionan la labor de Las Borders en Mexicali quienes sostienen  que cuando el Estado no les garantiza el derecho a abortar, las mujeres organizadas crean un banco autogestivo de medicamentos. Desde hace un año proporciona medicamentos y acompañamiento para el aborto seguro y gratuito no solo en Baja California sino en otros estados que aun cuando ya está legalizado se encuentran barreras para el acceso a las mujeres que requieren abortar desde la falta de información.

A un año de la despenalización del aborto en Baja California sigue sin ser un derecho sobre todo para las mujeres más precarizadas que desean o necesitan hacerse un aborto. Solo existen cuatro sedes que lo practican, pero falta información. Incluso dificultan la compra de Misoprostol en las farmacias aun cuando son medicamentos de libre adquisición. 

El banco se nutre principalmente de donaciones tanto de organizaciones como personas individuales, usuarias y personal de salud que donan Misoprostol, Mifepristona y también dinero. Promueven que se dé a conocer la despenalización del aborto en Baja California y las prácticas las realice el propio estado, ellas proporcionan acompañamiento. Han provisto de medicamentos a diferentes comunidades del estado, pero también a entidades en Guerrero, Jalisco, Veracruz, Sonora, Puebla, Oaxaca y Querétaro.

Las Guardianas del Conchalito

“No se trata de restaurar un sitio, se trata de restaurarnos a nosotras mismas”, expresa una de las 12 Guardianas del Conchalito, quienes han recuperado 40 hectáreas del estero San Martín de la Paz de la sobreexplotación pesquera. 

Expresan que con el Fondo Semillas tienen un pago seguro por su actividad para poder cuidar y tomar y dar capacitaciones, poder hacer más vigilancia, recursos para los materiales. Cada día tienen dos turnos de vigilancia del estero a pie o en moto. Limpian los manglares que son 14 hectáreas de las cuales recogen 80 kilos de heces de mascotas que pueden contaminar el callo de hacha y la ostión. También pusieron una barrera de piedras que impide el acceso de vehículos hasta la playa.

Brújula Intersexual

Brújula Intersexual se convirtió en el primer espacio en español que permite el encuentro entre personas intersexuales, basado en vínculos de confianza donde se entrelazan experiencias, se construyen conocimientos acerca del tema, se sana colectivamente y se tejen redes, pero sobre todo, se ocupa un lugar visible en el mundo.

La organización cumple una década de vida y ha sido un referente para otros países de América Latina que también están creando sus propias comunidades

La intersexualidad no es un problema de salud ni una patología. Sin embargo, las maneras en las que la sociedad clasifica los cuerpos, donde obligatoriamente se tiene que ser mujer u hombre, conduce a que las personas que nacen con estas variaciones sexuales sean sometidas a una constante intervención médica que les impone experiencias violentas. Las frecuentes revisiones genitales, así como la presión para realizar cirugías y promover alteraciones que encajen sus cuerpos a las formas típicamente establecidas acompañan a las personas intersex durante toda su vida.

La Bola de Cristal

En un proceso colaborativo con el Fondo Centroamericano de Mujeres (FCAM), desarrollaron el micrositio La Bola de Cristal, que reúne 11 webinars con activistas y especialistas, así como otros materiales, en los que reflexionan colectivamente sobre las justicias que queremos construir: justicia económica, justicia restaurativa, justicia territorial y ambiental, y otras justicias desde el Abya Yala.

También se desarrolló una guía para encuentros reflexivos de co-construcción, que puede descargarse en el micrositio, y brinda herramientas para generar más espacios de reflexión colectiva en torno a las justicias.