La desigualdad estructural en México agrava los efectos de la crisis de COVID-19 y hace retroceder el desarrollo humano

 

Mientras la pandemia de COVID-19 amenaza con hacer retroceder a nivel mundial muchos de los logros que se habían alcanzado en algunos aspectos del desarrollo humano, México está particularmente vulnerable a los efectos de la crisis por sus altos niveles de desigualdad, advierte un informe «Desarrollo humano y Covid-19 en México: Desafíos para una recuperación sostenible» publicado este martes por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. 

El informe destaca que de manera similar a lo que ocurre con los efectos del cambio climático en las economías y las sociedades, las condiciones preexistentes de desigualdad moldean la intensidad de los posibles impactos ocasionados por la COVID-19: No todos los individuos serán afectados de la misma manera, al mismo tiempo y con la misma severidad, y no todos podrán recuperarse con la misma velocidad. 

En este sentido, un elemento determinante para el alcance de las afectaciones de la crisis provocada por la COVID-19, es la capacidad de los individuos en el uso y acceso a la tecnología, misma que a su vez se encuentra constreñida por la dinámica de la desigualdad. 

América Latina y el Caribe se posiciona como la región con mayor desigualdad de ingresos en el mundo y la pandemia de COVID-19 provocará por primera vez en 30 años un retroceso en materia de desarrollo humano en el mundo. 

Pero México podría verse afectados de manera más fuerte, ya que la desigualdad ha tenido un papel muy grande en los efectos de esta crisis, afirmaron los panelistas en la presentación virtual del informe organizada por la ONU junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. 

El carácter inédito de la crisis nos coloca en un momento clave para reflexionar acerca de las posibles respuestas institucionales para mitigar las afectaciones socioeconómicas, señalaron. 

El desarrollo humano retrocede por primera vez en 30 años 

«El estudio menciona que el ingreso, la salud y la educación, pilares del desarrollo humano, se están viendo afectados de manera significativa. Por primera vez en 30 años podría haber un retroceso en el índice de desarrollo humano no solo en México sino en el mundo entero», dijo el representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México, Lorenzo Jiménez de Luis. 

El informe documenta una caída de gran proporción equivalente a seis años de avances. «Es algo que no hemos vivido desde la segunda Guerra Mundial», expresó el investigador de ese mismo Programa Heriberto Tapia. El Índice de salud podría regresar a niveles observados en 2013, y el índice de ingreso presentará mayores afectaciones podría retroceder a los niveles observados 2015, enseña el informe. 

«Esta crisis ha tomado a América Latina mal parada. Nos tomó con un crecimiento limitado, alta desigualdad entre grupos, regiones, entre hombres y mujeres», subrayó el director regional del Programa para América Latina y El Caribe, Luis Felipe López Calva. «También, entramos a esta crisis con muy baja confianza en los países y cayendo». 

«La igualdad es la contraseña del progreso» 

Los sistemas de salud, educativos y de confianza en el gobierno serán esenciales para restablecer la conectividad necesaria para la construcción de «una nueva normalidad», añadió López Calva. En esta reconstrucción será imprescindible atacar la desigualdad y repensar los sistemas de protección social y fiscales, aseguró. 

México deberá efectuar un cambio en favor de la formalidad, dijo el ex presidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero, y una inversión en la tecnología y la educación. «La igualdad es la contraseña del progreso», afirmó Zapatero.