Rezar para avivar la esperanza: Virgen de Talpa visita a madres buscadoras de Colima

 

Texto y Fotografías: Monserrat Cárdenas

En honor a sus desaparecidos, madres buscadoras y familiares se reunieron para orar ante Nuestra Señora del Rosario de Talpa en la Plaza de las y los Desaparecidos, en la capital del estado, como consuelo frente a las desapariciones sistemáticas que ocurren en el país.

Amenazadas por la lluvia, incesante en la ciudad hasta el momento de la oración colectiva, rezaron un rosario y pidieron por la pronta aparición de las más de mil 700 personas desaparecidas en la entidad. Encendieron veladoras, montaron un altar y adornaron con flores los pies de la figura eclesial.

María de Lourdes Galicia y Héctor Mier se postraron frente a la Virgen para orar por su hija Vanessa Mier Galicia, de 42 años, a quien se le perdió el rastro el 10 de mayo del 2017 en Villa de Álvarez.

“Esta es una forma de integrar a más personas y que se interesen y no tengan miedo de participar”, dijo Héctor al finalizar la oración.

Su hija fue vista por última vez cerca de la colonia Villa Izcalli, cuando salió presuntamente a cenar con una amiga.

“Yo creo que la engañaron, que vinieron por ella”, señaló.

La investigación para conocer el paradero de Vanessa no ha llevado a ningún resultado, por eso María de Lourdes y Héctor encuentran en la Virgen un refugio para calmar su dolor y avivar con Padres Nuestros y Aves Marías la esperanza de encontrar a su hija.

Al finalizar el rosario, quienes integran la Red Desaparecidos en Colima A.C., organización convocante, repartieron pan y arroz de leche entre las y los asistentes. La compartición y el acercamiento entre familias es importante para generar empatía, explica Adriana, quien, a pesar de haber ya encontrado a su hija, asistió para brindar apoyo a quienes la acompañaron en su búsqueda.

“Tu lado espiritual es lo que te fortalece, es lo que te hace seguir adelante a pesar de las negaciones de la sociedad o de las instituciones. Yo me agarro de Dios para seguir adelante”.

Su hija desapareció en enero de 2022 y le fue devuelta sin vida en mayo de ese año. Hoy prefiere no decir su nombre, porque apenas piensa en ella, se le eriza la piel y enciende el llanto.

“Yo continúo en el grupo sólo por apoyarlos. Sé del dolor que se siente, yo pasé por eso, y lo único que quiero es apoyarlos por lo menos con la compañía”, señala.

Las familias de las y los desaparecidos de Colima marcharán desde la Plaza hasta el jardín Libertad el próximo 30 de agosto, en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.