Morena, el partido llamado a reconstruir el Estado Neoliberal

Categoría: OPINION Escrito por Redacción Tlanesi

 

                                                                      Por: Jesús Cuevas Cortés y Josué Noé de la Vega M.

                                                  Miembros del Bloque Popular

 

1.- En el universo político existen dos dimensiones, aquella donde están las organizaciones sociales, como los sindicatos, las oenegés, los comités de lucha popular, las organizaciones barriales, cristianas, de tipo estudiantil, feministas por la defensa contra la violencia de género, las cámaras empresariales, en fin, un sinnúmero de casamatas que se encuentran en la sociedad y que realizan una doble función: la defensa de intereses corporativos y la formación ideológica formal e informal de sus integrantes. En este mismo universo encontramos también las instituciones jurídico políticas, es decir, el aparato del estado, compuesto por el gobierno, la administración pública y los llamados poderes: judicial y legislativo. La otra dimensión es el régimen político, entendido como el sistema de dominación, cuya función es contribuir a la construir de la legitimidad y otorgar la legalidad a las acciones que desde el poder institucionalizado se realizan a nombre del conjunto de la sociedad. Los integrantes de este universo son el régimen de partidos políticos, el régimen electoral y, nuevamente, el poder legislativo.

2.- Es importante aclarar el concepto de régimen político. Veámoslo, con un ejemplo concreto, lo que sucedió en 2018 en México. Los integrantes de la 4T, sus respectivos satélites y sus intelectuales orgánicos, hablan de un cambio de régimen político sin aclarar en qué consistió dicha modificación, el término lo convierten en una entelequia de tipo propagandístico. Hablan de cambio de régimen por el triunfo reconocido en las elecciones de ese año al Morena después de diversos intentos en que fue claro, en varios de ellos, el sesgo de los órganos electorales en la calificación de las elecciones.

Con el mismo andamiaje electoral de la última elección se efectuó la del año en cuestión. Los procesos administrativos y judicial no cambiaron en los últimos 3 años, entre ellos, la selección de los consejeros electorales del Consejo General del INE y la de los magistrados del TEPJF. Ambas instancias siguen inalterables hasta hoy. Tampoco ha habido cambio en los requisitos para el registro de los partidos políticos; el régimen de partidos sigue siendo multipartidista, los tipos y monto de financiamiento público y privado continúan inalterables, la composición del Congreso de la Unión sigue siendo de representación de mayoría y de plurinominales.

No ha habido cambio hasta el día de hoy, aun estando el Morena en el ejercicio del poder. La pregunta que uno se formula es: ¿de dónde sacan los seguidores del Morena que hubo cambio en el régimen político? Lo que hay, es un nuevo estilo de personal de gobernar, usando las palabras de Daniel Cosío Villegas en su trilogía sobre el sistema político. No hay cambio alguno de régimen político, éste sigue incólume. Lo del cambio de régimen político es una simple argucia propagandística para aparentar que el “cambio” inicia desde el momento en que se gana la elección presidencial. Es un cambio por decreto, como las tres premisas básicas del actual gobierno que son ya, según ellos, una realidad: no robar, no mentir, no traicionar.

3.- Tampoco hay cambio en la pieza clave del régimen político; México sigue siendo un gobierno presidencialista, con amplios poderes, como: vetar iniciativas del Congreso, funciones legislativas como el emitir decretos y ser el titular de las fuerzas armadas, entre otras. Esta centralización y concentración de poderes del titular del ejecutivo le son otorgas tanto por la Constitución como por la psicología de la gente, por eso estudiosos como Jorge Carpizo hablan del poder metaconstitucional. Por la fuerza que tiene, desde su origen, el cargo de presidente de la república hizo posible el nacimiento del Estado moderno en México. El titular del ejecutivo, como lo señala Arnaldo Córdova, conjunta, desde sus inicios, lo carismático y lo legal-racional, que dan legitimidad y legalidad a sus acciones, y explican su alta ascendencia en la gente. Cuestión que no descifran los seguidores y opositores de López Obrador. Estas características clásicas de la formación del poder político en México resaltan de nueva cuenta en momentos de reconstrucción del aparato de Estado que fue casi desmantelado por las políticas neoliberales aplicadas por miembros de la clase mantenedora que componen el estrato alto de las secretarías y organismos paraestatales del Estado, y por la clase reinante que forma la dirigencia de los partidos políticos y sindicatos de trabajadores y empresariales. La tarea de reconstrucción del Estado neoliberal heterodoxo que protege y fomenta la libertad en el mercado que las combina con políticas sociales individualizadas, viene avanzando, en estos tres años, gracias a la mayoría calificada y simple que el Morena tiene en la cámara de diputados y la cámara de senadores, respectivamente.

Lo que observamos no es entonces un nuevo Estado, tampoco es el viejo Estado populista, sino aquel Estado no intervencionista ante un mercado que es el soberano, que inicia en los tiempos del gobierno de Miguel De la Madrid Hurtado, y en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari se convierte en el botín de la clase mantenedora y de la burguesía, hasta que en el sexenio de Peña Nieto proyecta ya el fin de su impulso para dar seguridad a las personas, al capital y al país.

Ante ello, el gobierno de López Obrador trata de detener la desarticulación legal y política del país, situación que facilita la presencia y asentamiento de los cárteles de la droga y el acrecentamiento de súper ganancias de una fracción de la burguesía monopólica. Ambos -cárteles y la fracción de la burguesía monopólica- dan vida a la llamada burguesía narcotraficante que establece su “ley” en los territorios que domina y donde el dinero de la gente de cuello blanco y los clásicos narcos se articulan; el caso típico es el llamado huachicol, claro ejemplo de esta convivencia; riqueza pública apropiada en beneficio particular, que se vende en empresas privadas y sus ganancias se inyectan en la bolsa de valores. Decir entonces que el gobierno de AMLO se presenta “como gobierno para todos”, es no entender que el camino en que se transita tiene el propósito de reconstruir la función del estado capitalista moderno: la de ser factor de cohesión de la unidad de la formación social capitalista mexicana, que garantice las condiciones necesarias para la reproducción ampliada del capital, para ello necesita recuperar la autonomía relativa del régimen político, de manera que el Estado se presente como el representante universal de la sociedad bajo los intereses del capital. Para lograrlo, tiene que enfrentar a la burguesía narcotraficante que opone la mayor resistencia a ese objetivo.

4.- En el seno del bloque en el poder compuesto por las diferentes fracciones de la burguesía, entre las que se encuentra la burguesía narcotraficante, hay una fuerte lucha entre la que busca mantener las cosas como están y para eso dan apoyo abierto al neoliberalismo depredador, y aquella otra que, con un poco de mayor visión, da su respaldo a la reconstrucción del Estado neoliberal heterodoxo, entre los que están: Carlos Slim, Alfonso Romo Garza, el Grupo Ángeles, el Grupo Televisa, el Grupo Vidanta, Carlos Hank González, Miguel Rendón Arredondo, Miguel Alemán Magnani, Sergio Gutiérrez Muguerza y el Grupo Salinas. Esta fracción y estratos de otras fracciones de la clase dominante le dan un cierto blindaje al presidente de la República, a condición de favorecerlos en los gastos públicos gubernamentales, apoyo a sus inversiones y dejarlos impunes en el pago de sus impuestos.

Esto explica que el grupo político Frenaa, compuesto por un estrato de la burguesía, no ha logrado desestabilizar al actual gobierno. No está compuesto, como señalan algunos, por una pequeña burguesía radicalizada. Craso Error. Entre sus dirigentes están empresarios de la burguesía monopólica como Gilberto Lozano del grupo FEMSA, Pedro Luis Martín Bringas integrante del Grupo Soriana, otro más es Juan Bosco Abascal Carranza, que no tiene una presencia empresarial, pero si tiene un peso ideológico fuerte, es hijo de Salvador Abascal Infante quien fuera uno de los principales dirigentes de la Unión Nacional Sinarquista y quien tuviera fuertes vínculos con el franquismo español y el fascismo italo-alemán. Otro grupo antiamlo está encabezado por Claudio X González y Gustavo de Hoyos Walter presidente de la Cámara Patronal de México quienes han apostado, no por el golpe de estado como los señalados anteriormente, sino a obstruir sus acciones de gobierno por la vía jurídica y electoral. Han logrado unir, bajo su paraguas, al PAN, PRI, PRD para formar la alianza “Si por México”, bajo la expectativa de lograr mayoría en el Congreso de la Unión.

Está fuera de lugar la afirmación de que la burguesía “está en la búsqueda de expresiones políticas que reivindiquen abiertamente sus intereses de clase.” Es al revés, son los partidos institucionalizados los reivindican los diversos intereses de las fracciones del capital y expresan el contenido ideológico de éste en la acción electoral. Esta última lectura permite entender cómo un estrato de la burguesía, puedo aglutinar bajo su hegemonía a las principales fuerzas político-electorales contrarias a López Obrador. En el bloque en el poder hay fricciones, pero nada de que pueda generar una crisis política que lleve a un rompimiento institucional. No son diferencias de horizontes sino de aspectos particulares. Las diferencias que tienen con AMLO los dos grupos Antiamlo y el que lo apoya son por el estilo personal de gobernar; son de formas, no de profundidad. La visión es la misma, la sociedad capitalista neoliberal, la manera de conducirla es la diferencia; la forma de administrar las contradicciones de clase que evite el acrecentamiento de la lucha de clases.

5.- La situación actual es entonces producto de una lucha interburguesa que por la situación de reflujo de las fuerzas proletarias producto de los golpes que ha recibido ésta no tiene posibilidad de lanzar en el momento actual una política de ofensiva divido a las divisiones que hay en seno, muchas de ellas por cuestiones personales, otras por diferencias ideológicas y otras más por el descabezamiento de sus principales organizaciones realizadas por el actual gobierno.

El gobierno de López Obrador se ha convertido por eso este tipo de actos en un verdadero peligro para el proletariado y en general, para la izquierda, teniendo el respaldo de la gran burguesía y de la clase pequeño burguesa de pensamiento liberal. A nivel ideológico, se presenta como quien encarna los ideales de la izquierda, que le permitió el desprendimiento de amplios grupos populares en el proceso electoral de sus contingentes originarios para seguirlo y ponerse a la sombra de la 4T, que con su política clientelar los lleva a la parálisis, a una dependencia con el Estado, que impide su organización, el desarrollo de su conciencia y la movilización como forma de lucha.

El gobierno, durante estos 3 años, ha dejado en claro que rechaza las luchas sindicales para la obtención de mejores condiciones contractuales en el desarrollo del trabajo y en la obtención de una mejor vida. Los trabajadores al servicio del Estado son ejemplo de la drástica situación laboral. Muchos de ellos han sido despedidos, otros están bajo contrato temporal con la finalidad de que no obtengan estabilidad alguna en el trabajo, sin prestaciones y puedan ser despedidos sin obligación alguna para el Estado. En una visita que hiciera López Obrador después de su triunfo electoral, los trabajadores de la Delegación federal en Colima de la Procuraduría Federal del Consumidor fijaron en una de las ventanas de su centro de trabajo, el siguiente mensaje: “Sr. presidente estamos con usted, pero su gobierno no está con nosotros”, una frase que expresa sus esperanzas y frustraciónes. La gente votó por AMLO y por el Morena, confiando que con el triunfo la falta de estabilidad en el empleo terminaría y mejorarían sus salarios. Y la respuesta que les dieron fue: el despido.

Es entonces un gobierno que trabaja al margen de las necesidades reales de los trabajadores. Las principales reuniones y acuerdos en Palacio Nacional son con el estrato más alto de la burguesía monopólica. No son atendidas las organizaciones sindicales. Los acuerdos acerca del outsourcing se pactaron con la burguesía. Las luchas de los trabajadores las ha dejado que fenezcan por inanición. Está el caso de la lucha del sindicato de Notimex, que se encuentra en huelga desde hace un año por violaciones al contrato colectivo de trabajo, por la intervención en la vida interna del sindicato de la directora SanJuana Martínez, y contra las violaciones que ella hace al laudo emitido por conciliación y arbitraje a favor de los trabajadores y de su huelga, con el respaldo cínico del titular del ejecutivo. Quien hasta el momento incumple su palabra de solucionar el conflicto. También está su rotundo rechazo a mejorar el presupuesto de las universidades públicas que permita mejorar las condiciones laborales de los trabajadores universitarios, el ejemplo más claro de este rechazo fue la huelga del año pasado del SITUAM, cuya dirección confió en él creyendo que por el momento con un gobierno dizque de izquierda, lograrían romper el tope salarial por ser una política de claro corte neoliberal. Las cosas no resultaron como pensaron. El SiTUAM se vio obligado a levantar la huelga sin ninguna contrapropuesta. Lo mismo sucedió con el STAUACH. Todo lo anterior en el marco de su política neoliberal de la llamada Austeridad Republicana, que consiste en: presupuestos insuficientes para el desarrollo de las labores sustanciales de las universidades, bajos salarios y recortes de personal en la administración pública federal.

A la CNTE también le ha incumplido. El compromiso público que hizo de abrogar la llamada reforma educativa de Peña Nieto, que, a su decir, no quedaría ni una coma igual, sigue vigente. A 3 años, la ley que aprobó la fracción parlamentaria de Morena mantiene el cuerpo principal de la ley anterior, únicamente retiraron lo de los exámenes como medio punitivo. Proyecto educativo del que se tiene la firme sospecha que es, en su versión original, producto del grupo empresarial “Mexicanos Primero”. Ah, en cambio, el gobierno ha trabajado para dividir a la Coordinadora de Educación, al otorgarle curules a dirigentes de la sección de Oaxaca y Chiapas, que permitió que se hablara de “los diputados de la CNTE”, a tal punto que el trabajo político en esos estados lo dividió y se paralizó. Este proceso de división y cooptación estuvo a punto de concluir con un festejo institucional del último aniversario de la CNTE en palacio nacional, como “muestra” de agradecimiento del magisterio al presidente. Gracias al trabajo político de otras corrientes del magisterio, se impidió tamaña ofensa. El Morena, brazo político electoral del gobierno federal, también descabezó a lxs trabajadores de las maquiladoras de Matamoros, al otorgarle una diputación a la asesora legal, Susana Prieto Terrazas. De esta manera conduce a la pasividad a los contingentes más combativos del momento en beneficio de la paz del capital.

En la teoría política este tipo de política es llamada por el teórico comunista, Antonio Gramsci, como transformismo, que consiste en un proceso “donde el sistema hegemónico integra a los intelectuales de otros grupos sociales a ese mismo sistema hegemónico dominante. Pero vayamos por paso… dicha afirmación en el sistema actual significa, nada más y nada menos, la decapitación del movimiento de masas.” (Contrainformación.es Revisado el 11-04-21).

6.- Ante lo que visualizamos para el futuro, es imposible hacer trabajo político bajo un gobierno al servicio del gran capital y un membrete como es el MORENA que es un “partido” que carece de estructura, de estrategia política, que no tiene principios, al menos que se reduzca a su trilogía de: no robar, no mentir, no traicionar. Todo hace pensar que así es, eso explica que en esa organización tengan cabida personas oportunistas a cargos de representación popular y con pensamiento de corte fascista como la candidata a la presidenta municipal de Hermosillo, Sonora, Célida López Cárdenas y la senadora Lili Téllez o a la candidatura a la presidencia de Villa de Álvarez, como es la de Guillermo Toscano, y así podemos enumerar a muchos candidatos de Morena a cualquier cargo de representación popular.

Seguir a la sombra de la 4T es la pérdida de una oportunidad para hacer trabajo político independiente y con un horizonte de clase proletaria entre los trabajadores sindicalizados, colonos, marginados y trabajadores agrícolas. Se pierde también la posibilidad de luchar por el fortalecimiento del sector salud para que amplíen su servicio, mejore su calidad y los sueldos de sus trabajadores. Se pierde también la posibilidad de luchar por que se amplié el presupuesto de educación, para la investigación en las universidades públicas, luchar contra la Ley General de Educación Superior que ataca la autonomía universitaria y miente sobre la gratuidad de la educación. Luchar por que el sistema de guarderías pase a manos del Estado de manera que las ya existentes mejoren sus instalaciones y se abran otras para satisfacer la demanda de lxs trabajadorxs. Luchar por una renta básica universal para todxs lxs desempleadxs. Luchar por que las jubilaciones se calculen en salarios mínimos. Exigir la aprobación del derecho al aborto. Las fuerzas socialistas deben luchar por una pensión digna. Luchar por la instalación de asilos públicos gratuitos para lxs ancianxs. Luchar por más y mejores albergues para niñxs. Luchar por la mejora salarial de lxs trabajadores de los albergues. Por la instalación de comedores populares.

Como no hay coincidencias programáticas, ni de principios con Morena, y como Bloque Popular no es una organización sectaria, caminará con ese partido únicamente en aquellas demandas populares en que haya coincidencias. Llama a las fuerzas socialistas y democráticas a participar por un Colima diferente con justicia social y en manos de la clase obrera; llama, en estas elecciones, a continuar organizándose entorno a los principios de Bloque Popular. ¡A abstenerse en las próximas elecciones¡ ¡Ni un voto a Morena¡ ¡Ni un voto a la alianza PRI, PAN, PRD¡ ¡Ni un voto a ningún partido¡ ¡Es hora de organizarnos de manera independiente al Estado y democráticamente para defender nuestros derechos civiles y sociales!