A izar banderas: El PES por su boca muere


 

Escrito por *Carlos Ruiz, militante de la Coordinadora Socialista Revolucionaria y del Colectivo Orgullo Disidente 

Cuando en la Coordinadora Socialista Revolucionaria (CSR) ideamos la campaña ni un voto a las derechas, teníamos claro que había que desenmascarar a los grupos políticos que les encanta la ambigüedad y la falta de postura política, sin esperar que salieran grupos que tomaron su estandarte y lanzando su dogma contra grupos históricamente marginados, con propuestas clasistas y sobre todo discursos de odio. 

Uno de estos grupos es el Partido Encuentro Solidario (PES) que después de tres años de haber perdido el registro, volvió, y en su retorno decidió quitarse la máscara y ser más agresivo, mostrarse tal cuales son y gastar nuestros impuestos contra quien la pagó, nosotros mismos. Es claro y evidente la alusión religiosa de este partido y la carga conservadora en sus siglas.  

Con spots en radio y televisión contra el derecho a decidir de las mujeres, contra la adopción homoparental o a favor del PIN parental, el PES coloca como su principal enemigo a las disidencias sexuales y las mujeres, reafirmando su carácter patriarcal y los “valores” que quiere implementar. 

Pero que podíamos esperar de una organización que en su Declaración de Principios desdeña la Secularización de la sociedad y evade tener una política económica clara, se dicen no ser ni de izquierda ni de derecha, ya que según ellos “en nuestro concepto de fin de las ideologías, tomamos algunas posturas de derecha y otras de izquierda”, ya que el PES “propone no una lucha de clases, sino un encuentro de clases”, lo que en resumidas cuentas es: somos de derecha, pero no queremos que pienses eso. 

Lo curioso es que en Colima muchos de sus candidatos, sino es que la mayoría son externos, sin afiliación política o arraigo a sus principios, por ejemplo, tienen a dos candidatos a presidentes municipales de las disidencias sexuales, lo que denota para esos personajes que es más importante el hueso que su identidad o derechos, sin embargo, también tienen a personajes con esas ideas retrógradas muy bien afianzadas, como la Candidata a Diputada Federal por el Distrito uno, Brenda Gutiérrez. 

En días pasados vimos como a algunos candidatos y candidatas de la alianza Va x Colima les colocaron el sello FRENA, este sello es “una herramienta ciudadana que permite certificar o desaprobar a candidatos o a servidores públicos”, según sus propias palabras, ya como dicen ellos su objetivo es “derribar la dictadura” de AMLO, este grupo de fanáticos de extrema derecha facilitan a la población reconocer las posturas políticas de estos ambiguos personajes. 

Estos dos entes políticos se desenmascaran ante nosotros, mostrando su lado ideológico y colocando en la opinión pública ideas muy peligrosas, la población se encuentra con ansias de cambios, justicia y bienestar; no votemos por ellos, ayudemos a su desaparición. 

Colofón…   

El pasado primero de mayo, día internacional de las y los trabajadores, la CSR en conjunto con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizamos una concentración en el Jardín Libertad para denunciar las precariedades laborales, manifestar nuestra inconformidad por el cálculo del tope máximo de las pensiones con base en la unidad de medida y actualización (UMA), exigir la prohibición del outsourcing, pedir democracia en los sindicatos, transparencia en el FOSAP y el IPECOL, a esta concentración también se sumó el Colectivo de Resistencia Estudiantil (CORE), quienes enviaron un saludo combativo a las y los trabajadores de la Universidad de Colima para solidarizarse y hacer eco de sus demandas. 

Sin embargo, al término del evento la candidata a la diputación federal por el distrito uno del Partido del Trabajo (PT), Anilú Salazar, exigió el uso de la voz, cuestión a la que nos negamos puesto que iba con publicidad de su candidatura. Al recibir esta respuesta la mujer comenzó a lanzar insultos homofóbicos, con una actitud altanera y muy prepotente, mostrando su verdadera cara. 

Estas actitudes no deben ser toleradas, mucho menos cuando estas acciones vienen de la casta política que utiliza su influencia y visibilidad, por lo que como organización exigimos un alto a las agresiones físicas, verbales, así como al acoso cibernético que esta candidata está realizando contra militantes y simpatizantes de la CSR, así como de CORE, además de que responsabilizamos a la misma Anilú Salazar y a las y los dirigentes del PT por cualquier cosa que pueda ocurrirle a nuestros compañeros de lucha.  

¡Ni un voto a las derechas, por una transformación anticapitalista!