Miguel Ángel Navarro Quintero, Gobernador de Nayarit. Foto: Facebook
No puedes hacer una revolución para tener la democracia.
Debes tener la democracia para hacer una revolución.
Gilbert Keith Chesterton.
Escrito por Lourdes Pacheco
Si Antonio Echevarría García fue el gobernador de la transición del desgaste del PRI a una nueva época, Miguel Ángel Navarro Quintero puede ser considerado el gobernador de la consolidación del movimiento morenista. En efecto, Morena se ha convertido en el partido mayoritario a nivel nacional y a nivel estatal. En Nayarit tiene 12 diputaciones en el Congreso del Estado, las cuales se elevan si se consideran las diputaciones aliadas. En el caso de los municipios, la presencia es muy alta si se toma en cuenta que de las 19 presidencias municipales disputadas, la alianza de Morena (Juntos Haremos Historia: Morena, PT, PVEM y Nueva Alianza) triunfó en 15 (Acaponeta, Amatlán de Cañas, Ahuacatlán, Bahía de Banderas, Compostela, Huajicori, Jala, Rosamorada, Ruiz, Santiago Ixcuintla, Santa María del Oro, San Pedro Lagunillas, Tepic, Tecuala, Xalisco, en tanto que la alianza (Va por Nayarit, conformada por PRI-PAN-PRD) sólo obtuvo dos: Ixtlán del Río y San Blas. Movimiento Ciudadano obtuvo la presidencia de Tuxpan, y el partido del Trabajo, la de El Nayar. Queda pendiente la presidencia municipal de La Yesca que se resolverá en las elecciones extraordinarias.
La casi homogeneización de Nayarit como entidad morenista no elimina los conflictos, sino que permite establecer determinadas formas de gobernar donde las tensiones pueden correr al interior del partido/alianza cuya presencia es casi de partido único. Es cierto, la oposición tiene escasas posiciones, por lo que es de prever que la confrontación no será con la oposición, de ahí que el gobernador MANQ podrá llevar a cabo un liderazgo terso, partidistamente hablando.
Para contribuir al debate público, anoto los siguientes retos a los que se enfrenta el gobierno actual:
Reto 1: Construir democracia participativa más allá del momento electoral porque en el ámbito de la democracia del siglo XXI se debe tener una visión amplia de la política puesto que son los grupos, colectivos y asociaciones de la sociedad quienes se han convertido en actores sociales; han tomado protagonismo en la defensa de diversos derechos, para lo cual utilizan los recursos legales que la normatividad permite. Aquí el reto es reconocer la pluriactividad de la sociedad que permita establecer estrategias para generar consensos.
Reto 2: Gestionar recursos financieros. Las finanzas del Estado representan el problema financiero número uno si se toma en cuenta la insuficiencia de las participaciones y aportaciones federales, de los convenidos de descentralización y reasignación, etc. El recurso que llega a Nayarit a través de asignaciones por programas y proyectos de inversión, así como por los programas de subsidios, prácticamente mueve la economía terciarizada del Estado, pero no es suficiente para lograr una reactivación económica. Entonces, el gobierno estatal debe dedicar una gran parte del tiempo a la gestión de recursos para la Entidad.
Reto 3: Modernización de la burocracia. Parece imposible ¿verdad? Sin embargo, el reto es tejer fino para que la casi homogeneización morenista se convierta en impulso a un nuevo tipo de gestión gubernamental que se caracterice por la actualización de procedimientos, la capacitación en nuevas dinámicas procedimentales y de gestión a través de la profesionalización de sus integrantes y el trabajo civil de carrera, lo cual se antoja difícil dadas las dinámicas derivadas de las prácticas de reclutamiento de la burocracia y la dinámica del sindicalismo estatal. El reto incluye designar funcionarias y funcionarios de primer nivel de acuerdo a perfiles.
Reto 4: Impulso a la economía desde los productores. Un desafío aún mayor es el correspondiente a impulsar el desarrollo económico de la Entidad fuera de ensayar fórmulas meramente desarrollistas de las que se ha comprobado su ineficacia. Es preciso que se indague en la economía alternativa, en la producción de las pequeñas comunidades a fin de favorecer las iniciativas incluyentes y ambientalistas que buscan soluciones para el autoconsumo y el mercado local, al mismo tiempo que se logran mejores posiciones para que los productores medianos, puedan tener esquemas de acompañamiento para su producción.
Reto 5: ¿Qué postura hacia la Universidad? Lejos de pretender un apoyo incondicional hacia la UAN, será preciso establecer líneas de acción a partir de diagnósticos puntuales en dos ámbitos principalmente: el financiero y el político ya que en esos rubros se encuentran los nudos más difíciles de enfrentar. El ámbito financiero, cuyo saneamiento debe ser transparente y suficiente y el ámbito político, donde las corporaciones siguen atrapando a la institución en dinámicas clientelares que ahogan los procesos administrativos y limitan la calidad académica.
Reto 6: El movimiento de las mujeres. Un reto pendiente es la respuesta a los movimientos de mujeres, tanto el correspondiente a la paridad de género, que no se cumple en los nombramientos dados en el funcionariado de primer nivel de la administración central del Poder Ejecutivo, a pesar de ser mandatado en la Constitución General de la República Mexicana y en la Constitución Política del Estado de Nayarit. Además, frenar y eliminar la violencia feminicida y la violencia en general contra mujeres y niñas, que requiere de acciones decididas y articuladas, más allá de las declaraciones que, al final de cuentas, solo se quedan en buenas voluntades mientras la guerra de baja intensidad contra las mujeres sigue cobrando víctimas.
Reto 7: Las desapariciones. También es necesario preguntarnos por los retos que significa la desaparición de personas en el territorio estatal; de jóvenes, de niñas y niños, de adolescentes. Ello junto con el aumento de la trata de personas en las zonas de mayor desarrollo turístico, se convierte en una realidad que lacera a la sociedad en su conjunto. Garantizar la seguridad, la vida misma, es aquí el reto.
Reto 8: La relación con los pueblos originarios. Desde luego, existen otros retos de crucial importancia y no menores. Aquí me refiero a la pobreza y marginación de los pueblos originarios, que sexenios tras cuatrienios han asistido a discursos donde se les considera “hermanos indígenas”, sin que la pobreza, la exclusión y discriminación a que se han visto reducidos, tengan realmente, solución. El Estado se viste con los colores y el arte indígena, en un esquema de apropiación del patrimonio cultural de estos grupos, ignorando las realidades de los pueblos originarios realmente existentes.
Reto 9: La política cultural. Construir una política cultural más allá de centrar los esfuerzos en el espectáculo, será, sin duda, el reto a enfrentar. Para ello se requieren acciones decididas hacia la formación de talentos en las diversas artes y disciplinas, así como al incremento del patrimonio cultural de la Entidad. La cultura ha sido inferiorizada por las diversas administraciones quienes han desatendido el aspecto formativo, cuando el arte y la cultura pueden ser consideradas estrategias para cohesionar la sociedad fracturada por la violencia, la inseguridad y la pobreza.
Por ello, los retos de MANQ, no son de transición, sino de consolidación de un gobierno que se quiere caracterizar por cambiar el régimen político. En ello, lo fundamental es gobernar junto con la población, con la sociedad organizada, con los movimientos sociales, un rasgo que no atendieron los gobiernos de la otra homogenización embelesados en el soliloquio del poder.
Y sí, esperamos cambios.
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 13 de octubre de 2021.
Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: