El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas… una posibilidad para visibilizar la desaparición

                                                                                            Foto: AdóndevanlosDesaparecidos

 

Sandra Odeth Gerardo/ GIASF

Desde mediados de este año, el gobierno federal desplegó una estrategia para “actualizar” la base de Datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). La primera fase consistió en un censo “casa por casa” para verificar si la persona desaparecida había vuelto a su domicilio o ya había sido localizada [1] . La segunda fase ha implicado llamadas telefónicas a familiares desaparecidos desde call centers operados por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) [2] . 

Desde los primeros días de la aplicación de estos censos, colectivos de familiares de víctimas de desaparición denunciaron, en primer lugar, la revictimización que implicaba este ejercicio; las visitas a los domicilios de las personas desaparecidas, incluso con presencia de elementos de la Guardia Nacional, generaron expectativas, confusiones, enojo, y sufrimiento a los familiares que continúan en la búsqueda de sus seres queridos [3] . Con el paso de los meses se hizo evidente la falta de claridad respecto a la metodología que se estaba siguiendo en este ejercicio

Esta estrategia para hacer decrecer el número de personas desaparecidas en México, se puso en marcha después de que, en mayo de 2023, las estadísticas del RNPDNO exhibieran que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se habían superado las cifras de desaparición en comparación con sexenios anteriores [4]. La renuncia y posteriores declaraciones de la ex Comisionada Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, confirmaron que dicha “actualización” del registro tenía, sobre todo, la intención de disminuir las cifras de desaparición en México[5].

El que la cifra de personas desaparecidas aumentara de tal manera en los últimos cuatro años, asoma dos aspectos de la problemática de la desaparición en México: el hecho en sí mismo y su representación. Los registros del RNPDNO no sólo mostraron cómo efectivamente las desapariciones aumentaron en este sexenio, sino también nos invitan a pensar que vivimos en un contexto donde nombrar la desaparición y denunciarla a través de cualquier canal, es algo más común e incluso probable. En ese sentido, aun con sus falencias y carencias, el RNPDNO funcionaba como una herramienta de visibilización de la desaparición y sus víctimas. 

El historiador Benedict Anderson analizó el papel de los censos y los mapeos tanto en las empresas coloniales como en la conformación de estados nacionales:  censar y mapear son dos acciones fundamentales para conocer el estado de las cosas en determinado territorio, pero también para construir subjetividades y lazos que conforman comunidades. En ese sentido, visibilizar subjetividades a través de los padrones es una manera de construir comunidades. Para muestra, están las categorías de auto adscripción indígena o de la diversidad sexual que han sido consideradas por los censos nacionales en la última década y que nos han permitido empezar a reconocer diferentes subjetividades y las problemáticas de discriminación que atraviesan. 

En el caso del RNPDNO, no se está negando la necesidad de un registro confiable que contemple también a quienes efectivamente han sido encontrados. Sin embargo, la estrategia impulsada desde el ejecutivo, que se enfoca más en demostrar que en conocer, no sólo es peligrosa por la ya grave revictimización o por la falta de metodologías, sino porque es en sí misma una forma de borrar de nuestra comunidad a las personas desaparecidas que tanto esfuerzo  ha costado visibilizar pese a  su ausencia. 

¿Y las personas migrantes desaparecidas? La invisibilización de la invisibilización

Una de las grandes faltas del RNPDNO es el registro de personas extranjeras que desaparecieron en un contexto migratorio en México. Al 8 de noviembre de 2023, en México se registran 113, 060 personas desaparecidas o no localizadas. De ese total, 532 son personas con ciudadanía hondureña, 430 guatemaltecas y 187 connacionales salvadoreños. Este mismo registro, solamente consigna a 270 personas bajo la categoría de “persona migrante desaparecida”. Al subregistro de personas desaparecidas, las familias y colectivos de personas migrantes han exigido se contemple el subregistro e invisibilización de esta realidad específica. 

La desaparición de estas personas ha sido tan poco considerada por el Estado mexicano, que ni siquiera fueron tomadas en cuenta para las estrategias mal llevadas de los censos casa por casa y las llamadas telefónicas. En diálogo con Ana Enamorado, coordinadora de la Red Regional de Familias Migrantes [6], nos preguntábamos con preocupación si siquiera se habría puesto sobre la mesa la posibilidad de contactar o visitar a las familias de las personas originarias de países de Centroamérica.

Siguiendo con el argumento de los censos como herramientas que pueden visibilizar subjetividades y construir comunidades imaginarias, como les llama Benedict Anderson, resulta evidente que las personas migrantes extranjeras desaparecidas en México no requieren ser invisibilizadas porque difícilmente han logrado ser consideradas en los imaginarios y realidades de la desaparición en México. 

En ese sentido, los registros y estadísticas oficiales de la desaparición en México tienen una deuda con las víctimas desaparecidas en contexto migratorio y sus familias, previo al agravio que estamos viviendo hoy con la estrategia para disminuir las desapariciones.  No se puede borrar lo que ya estaba invisibilizado. 

Registros confiables para enfrentar la desaparición

Tanto las familias extranjeras en búsqueda, como los colectivos nacionales  y la sociedad civil en general, habían denunciado a los gobiernos de México el subregistro y la falta de estadísticas confiables que dieran cuenta de la desaparición en México. Con la advertencia de que las personas desaparecidas son más que una estadística, integrantes de diversos colectivos demandaron registros confiables al actual presidente desde los Foros de Pacificación que llevó a cabo antes de tomar la presidencia en septiembre de 2018. 

Una de las promesas del actual gobierno federal fue la atención integral a la problemática de la desaparición y la atención a sus víctimas. En ese marco, el RNPDNO arrancó en 2019 con labores de actualización del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED). Si bien, la estrategia actual desplegada bajo órdenes del ejecutivo no borra de un plumazo a las personas víctimas de esta violencia, sí implica un retroceso en la visibilización de la desaparición y las personas desaparecidas. El esfuerzo por bajar las cifras es una falta más a las promesas con las que López Obrador  llegó a la presidencia. 

El RNPDNO,es sin duda insuficiente para dar cuenta de la totalidad y complejidad de historias de desaparición. Pero, aún cuando no alcanza representar realidades como la de las personas migrantes desaparecidas en México, no deja de abrir la posibilidad de hacer visible y de continuar nombrando la desaparición y sus víctimas. El RNPDNO abre una ruta para conformar una comunidad donde contemplemos a las personas desaparecidas y sus familias; manipularlo para reducir las cifras de desaparición es volver a condenar a las y los desaparecidos a las sombras, es negar una realidad que tenemos que conocer para enfrentar. 

Referencias:
[1] Flores Lucía y Canseco Germán, “‘Localizan´ a personas desaparecidas en registro de vacunas”, A dónde van los desaparecidos, 19 de julio de 2023 https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/07/19/localizan-a-personas-desaparecidas-en-registro-de-vacunas

[2] Flores Lucía y Canseco Germán, “‘Hablo del Gobierno de México, ¿su familiar volvió o sigue desaparecido?’”, A dónde van los desaparecidos, 18 de septiembre de 2023, https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/09/18/hablo-del-gobierno-de-mexico-su-familiar-volvio-o-sigue-desaparecido/ 

[3] Movimiento por nuestros desaparecidos, Datos del registro de desaparecidos no deben ser usados para revictimizar ni cuestionar los derechos de las víctimas, 31 de julio de 2023. 

[4] Martínez César, “Desaparece una persona cada hora en sexenio de AMLO”, A dónde van los desaparecidos, 1 de junio de 2023, https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/06/01/desaparece-una-persona-cada-hora-en-sexenio-de-amlo/#:~:text=En%20el%20Estado%20de%20M%C3%A9xico,semana%20no%20hab%C3%ADan%20sido%20localizadas

[5]    https://www.facebook.com/sviolenciaypaz/videos/697674838962019/ 

[6] La Red Regional de Familias Migrantes (Rerefami) es un colectivo integrado por mujeres de Centro y Sudamérica que buscan a sus familiares desaparecidos en la ruta migratoria por México.

 

 

Otis deja sin sustento a varias mujeres lavadoras de ropa

                                                                                    Foto: Enrique Hernández

 

Enrique Hernández

El potente huracán Otis, que arrasó la noche del martes 24 de octubre con toda la actividad turística de Acapulco, también dejó sin un sustento a más de 100 mujeres que diariamente, se dedican a lavar ropa ajena en los lavaderos del Barrio de la Fábrica.

El huracán Otis, acabó con el área donde se encuentran los lavaderos, destruyó la vieja estructura metálica con las que las mujeres entre estas algunas de la tercera edad se cubrían de los candentes rayos de sol, mientras lavan grandes cantidades de ropa ajena, por la que percibían los ingresos para cubrir las necesidades de sus familias.

Son más de 30 lavaderos los que hasta antes del fenómeno meteorológico, eran utilizados por las mujeres que diariamente acudían al lugar el cuál para ellas era ya considerado como su segundo hogar debido al tiempo que permanecían ahí lavando la ropa que recibían.

Doña Flora Gutiérrez, de 68 años de edad, es una de las más de las 100 que fueron afectadas por los daños considerables que ocasionó el huracán Otis, es el área donde trabajaba lavando ropa por docena.

«Vivimos en este momento una situación muy complicada, porque el huracán terminó con el lugar donde trabajamos, somos muchas las mujeres que nos mantenemos de lavar ropa ajena, cobramos 60 o70 pesos por docena, hay días que ganamos 120, 180 por la ropa que lavamos, y hoy no hay nada para ayudarnos», dijo.

Señaló que los lavaderos del Barrio de la Fábrica son utilizados por varias mujeres algunas que llegan por la mañana, otras al medio día y también por la tarde, dependiendo la cantidad de ropa que se tenga.

Doña Flora, señaló que ya son 15 días en que no han trabajado por las malas condiciones en las que quedó el área donde están los lavaderos, donde cayó la lámina y los fierros por los vientos del huracán.

Manifestó que ella está acudiendo a los lavaderos, con la esperanza de tener algo de trabajo, sin embargo, no hay nada, y esto complica más la situación porque además de haberla dejado sin trabajo, el huracán también acabó con su pequeña casa, ubicada en una de las calles del Barrio de la Fábrica.

 

 

 

¿Cómo se despide una madre de un hijo cuyo cuerpo perdió el Estado?

 

El 15 de octubre, la fecha en que Cosme habría cumplido 29 años, Marcela Balderas Rodríguez organizó una ceremonia en el Árbol de la Esperanza de Torreón para despedirse de su hijo y “dejarlo descansar”.

 

Francisco Rodríguez

Han pasado doce años desde que Cosme Humberto Alarcón Balderas desapareció una tarde de mayo, y cinco desde que su madre identificó su cadáver en las imágenes de un expediente. Desde entonces, Marcela Balderas intentó recuperar su cuerpo, pero la FGE lo extravió. Resignada a no encontrarlo, decidió el día en que hubiera cumplido 29 años organizar una ceremonia para celebrar su vida 

 

Marcela Balderas Rodríguez, madre de Cosme Humberto Alarcón Balderas, desaparecido el 5 de mayo de 2011 en Torreón, decidió empezar su duelo sin el cuerpo de su hijo. 

Han pasado cinco años desde que identificó a Cosme en las fotografías del expediente de la averiguación previa 98/2011. Su hijo adolescente había sido registrado como un adulto de 25 años, tras ser hallado la misma noche en que desapareció, asesinado, con impactos de bala en la cabeza. 

Marcela emprendió entonces una búsqueda para encontrar el cadáver que perdió la Fiscalía General del Estado (FGE) de Coahuila, pues ninguna autoridad pudo decirle dónde habían enterrado el cuerpo. Hasta que se resignó: “Sé que no lo voy a encontrar. Sé que lo perdieron”. 

No fueron suficientes tres exhumaciones en distintas áreas del Panteón Municipal de Torreón donde creyeron que podía estar el cuerpo de Cosme. Tampoco la exhumación masiva de más de mil restos enviados a las fosas comunes de los cementerios de Coahuila. Se recuperaron también más de 10,000 fragmentos óseos de cuerpos donados a las facultades de Medicina y de Odontología de la Universidad Autónoma de Coahuila entre 2012 y 2017, aún pendientes de analizar. Nada. Su hijo sigue desaparecido.

El último dato que se tiene de Cosmelín, como lo llamaba su madre, es del 10 de mayo de 2011. Cinco días después de su asesinato, consignaron el envío del cuerpo desde el Servicio Médico Forense (Semefo) al Panteón Municipal 2 de la ciudad. Aunque en la fosa común del cementerio no existe ningún registro de inhumación de esa fecha. 

En algún punto de la cadena de custodia, Cosme se perdió. Lo perdieron.

“Sé que las autoridades no van a encontrar el cuerpo”, asegura Marcela. 

El 14 de octubre, un día antes de la fecha en que Cosme habría cumplido 29 años, decidió tomar la chamarra que tanto le gustaba a su hijo, sus camisas, su playera del Santos Laguna, sus lentes con audífonos integrados, su ropa de cuando era bebé y muchas fotos. Y cremó esas pertenencias.  

“Me deshice de muchas fotografías y solo me quedé con las más bonitas, donde sale sonriendo. Cosme se queda en mi corazón”, platica.

Ahora, las cenizas de esos bienes y objetos de su hijo están en una urna blanca que ella abraza como lo más preciado.

No fue sencillo tomar la decisión de quemar las pertenencias. Desde días antes, sacaba las prendas de Cosme, las miraba, las guardaba de vuelta. A ratos quería hacerlo y a ratos se evadía. Pero su corazón le dijo que ya debía dejarlo descansar.

“Tenía que hacerlo. Quiero que descanse y quiero descansar. Estoy muy cansada. Ya me enfermé. Las autoridades no trabajan, son incompetentes”, lamenta.

 

Era un “niño coqueto”, responsable, que adoraba a su hermana. Así recordó su madre a Cosme en la ceremonia realizada en la Alameda Zaragoza.

 

Sin datos que lleven a Cosme

Cosme Humberto Alarcón Balderas, de 16 años, trabajaba como empacador en un City Club cercano a la carretera Torreón-Matamoros. Había quedado en encontrarse con su mamá y sus dos hermanos menores, Leonardo y María Luisa, al terminar la jornada de aquel 5 de mayo, pero nunca llegó a la cita.

Desde esa tarde, Marcela, que tenía entonces 33 años, emprendió una búsqueda en hospitales, cárceles y morgues. Se unió al colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), participó en marchas y plantones, y acudió a oficinas del gobierno en Torreón, Saltillo y la Ciudad de México para exigir la localización de su hijo y de miles de personas desaparecidas. 

Todo esto sin saber que el mismo día en que desapareció Cosme, las autoridades judiciales encontraron su cuerpo en las calles Múzquiz y Río Nazas, bajo el Puente Plateado que une las ciudades de Torreón y Gómez Palacio. Fue uno más de las decenas de cadáveres que cada semana yacían en las calles en esos años, cuando los Zetas y el Cártel de Sinaloa libraban una batalla por la plaza.

Los peritos levantaron el cuerpo a las once de la noche. Vestía mezclilla negra, calzón rojo, camisa de mangas blancas y tenis negros, según se consignó en la averiguación previa 98/2011. Pero, como para los trabajadores del Semefo Cosme aparentaba más edad, cuando Marcela acudió a la morgue y describió a su hijo de 16 años, los encargados le aseguraron que no había nadie de esas características.

Su asesinato se convirtió entonces en una historia de cómo el Estado extravía personas. Una historia más de la crisis forense que vive nuestro país.

 

Lea el texto completo en el siguiente enlace: https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/10/23/como-se-despide-una-madre-de-un-hijo-cuyo-cuerpo-perdio-el-estado/ 

 

 

Denuncias de colectivos, inexperiencia y cercanía con Morena marcan candidaturas a la CNB

 Madres de personas desaparecidas marcharon el pasado 10 de mayo del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia para exigir justicia por sus familiares. (Magnolia LM)

 

Aranzazú Ayala Martínez y Antonio Hernández

 

Integrantes de colectivos de familiares de personas desaparecidas y de organizaciones de derechos humanos consideran preocupante la falta de transparencia en el proceso de selección para el cargo y advierten sobre la posibilidad de que se priorice un perfil político. Hasta ahora se desconoce cuándo será designada la nueva persona titular

Entre las trece personas candidatas a dirigir la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) figuran las excomisionadas de Puebla, María del Carmen Carabarin Trujillo, denunciada por un colectivo del estado ante la Fiscalía Anticorrupción, y de Quintana Roo, Luz Margarita González López, acusada por familiares de personas desaparecidas de ineficacia. También compite para el cargo la actual titular en Morelos, Wendy Guadalupe Ruiz Ramírez, señalada de falta de transparencia y de promover la división de los colectivos locales.

La Secretaría de Gobernación (Segob) publicó el 5 de octubre la convocatoria para ocupar el puesto que dejó vacante Karla Quintana tras su renuncia en agosto a la CNB, y el día 15 se dio a conocer la lista de personas candidatas. Su salida fue atribuida a un desacuerdo con el método utilizado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para actualizar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), sobre el que diversas voces han advertido que podría tratarse de un intento de “rasurar” las cifras de desaparecidos, que superan las 112,000 personas

 

Karla Quintana renunció a la CNB el pasado 23 de agosto. El 15 de octubre se publicaron los perfiles de las trece personas que aspiran al cargo. (Nancy Aguilar/ObturadorMX)

 

Carabarin Trujillo, quien estuvo al frente de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla (CBPEP) desde enero de 2020 hasta agosto de 2023, fue denunciada ante la Fiscalía Anticorrupción del estado el pasado 10 de mayo por el colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla por actos de corrupción, omisión y violaciones a los derechos de las víctimas directas e indirectas. Por este proceso se abrió la Carpeta de Investigación 302/2023 FECC; hasta ahora, el colectivo no ha sido notificado de avances en el caso y la Fiscalía General del Estado (FGE) tampoco ha brindado información.

La comisionada, que fue la primera titular del organismo, tuvo desde el inicio una relación tensa con las familias y su gestión se caracterizó por una cerrazón a los cuestionamientos. Al menos hasta un mes antes de su renuncia se comprobaron omisiones de la CBPEP como no incluir a familiares en la planeación de las acciones de búsqueda, lo cual, de acuerdo con el colectivo, llegó a poner en riesgo a algunas familias al organizarlas en lugares peligrosos, sin vigilancia suficiente, al actuar de manera descoordinada con la FGE. 

Se le acusó también de comprar equipo, como una lancha, cuatrimotos y camionetas que resultaban inservibles para las labores de búsqueda, o bien permanecían guardados porque los integrantes del organismo no salían a campo.

La comisión poblana recibió además observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, que en la cuenta pública de 2021 señaló un “posible daño patrimonial” de 3.5 millones de pesos por cursos de capacitación en búsqueda impartidos a personal de los 217 municipios del estado, de los cuales no presentó evidencias.


María Luisa Núñez Barojas, buscadora poblana fundadora de Voz de los Desaparecidos, dijo que la reacción de las familias fue, primero, de indignación ante su postulación a la CNB, y después de sorpresa por “el atrevimiento” de la excomisionada.

“Realmente es preocupante que este tipo de gente quiera llegar a la CNB porque es alguien que no le tiene respeto a las leyes, a las sanciones. Que en este caso, si bien es cierto que [Carabarin Trujillo] no ha sido sancionada, hay una denuncia en trámite, una investigación, y todavía no puede decir, a menos que sepa algo que nosotros no, que ya está a salvo o ya libró esa situación”.

 

María del Carmen Carabarin Trujillo, excomisionada de Búsqueda en Puebla, fue denunciada ante la Fiscalía Anticorrupción del estado. (Es Imagen/ObturadorMX)

 

Un funcionario que comete actos de corrupción, que no hace su trabajo, causa mucho daño, subrayó Núñez Barojas. La buscadora hizo un llamamiento a la Segob para que no se consideren perfiles como el de la excomisionada de Puebla porque, de hacerlo, “pondrían en riesgo los derechos de las víctimas de desaparición, desde el ser buscadas como el que puedan ejercer sus derechos los familiares”.

Colectivos de Morelos también han manifestado su inconformidad con la postulación de la comisionada de Búsqueda estatal, Wendy Guadalupe Ruiz Ramírez, por considerar que promueve la división entre las familias, desconoce el contexto en que suceden las desapariciones en la entidad, y no garantiza el derecho de toda persona a ser buscada.

La Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Morelos (CBPEM), encabezada por Ruiz Ramírez desde 2018, se ha caracterizado, según afirmó el colectivo Regresando a Casa Morelos en un comunicado, por dividir a las víctimas de desaparición en “primera, segunda, tercera y hasta cuarta categoría”. “Opera bajo un esquema discriminatorio, intercambiando búsquedas por apoyo político, solo con quienes no critican ni comprometen a su titular”, señaló.

Esto ha generado división entre los propios colectivos de familiares, a quienes “usa políticamente a su conveniencia”, aseguró, e incluso ha llegado a boicotear las acciones de búsqueda que se realizan de manera independiente. 

El colectivo, reconocido por su participación en las exhumaciones realizadas en fosas de Tetelcingo y Jojutla en 2015 y 2017, respectivamente, recordó que la CBPEM es una de las comisiones menos transparentes del país, al no tener más que un perfil de Facebook como mecanismo de rendición de cuentas, carecer de un plan de búsqueda estatal, no llevar un registro de las personas desaparecidas en la entidad, y no actualizar, en tiempo real, el RNPDNO. “No ha entendido [Ruiz Ramírez] la importancia de tener una comisión de búsqueda fuerte y autónoma que garantice el derecho de todas las personas a ser buscadas”.

 

Wendy Guadalupe Ruiz Ramírez, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Morelos, encabeza uno de los organismos menos transparentes del país, afirman                                                                                                        familiares. (Gobierno de Morelos)

 

La situación era similar en Quintana Roo con la excomisionada Luz Margarita González López, destituida en noviembre de 2022 a solicitud expresa de los familiares de personas desaparecidas y por instrucción de la gobernadora entrante María Elena Lezama Espinosa. 

Tras la publicación de la lista de aspirantes a la CNB, el colectivo Verdad, Memoria y Justicia de Quintana Roo exigió a la Segob que, “por respeto a todas las víctimas directas e indirectas” en el estado, la excomisionada no sea considerada para ocupar el cargo.

En un pronunciamiento dirigido a la secretaria Luisa María Alcalde Luján, el colectivo fundado en 2021 a raíz de la doble desaparición de Diana García y Jorge Armando Kiau en Cancún, recordó que González López fue despedida “por su ineficacia, falta de compromiso y resultados, además de estar vinculada a grupos de la delincuencia organizada locales”.

 

Leer texto completo en el siguiente enlace: https://adondevanlosdesaparecidos.org/2023/10/20/denuncias-de-colectivos-inexperiencia-y-cercania-con-morena-marcan-candidaturas-a-la-cnb/ 

 

 

Comisión de la Verdad denuncia obstrucción de la Sedena a consulta de archivos militares

                                                                                                                Foto: Meh.org.mx

 

Pronunciamiento

A LA OPINIÓN PÚBLICA

A LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES GRAVES DE DERECHOS HUMANOS

A LAS AUTORIDADES COMPETENTES

El Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 (CoVEHJ) denuncia públicamente la obstaculización de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las tareas de consulta de la documentación histórica vinculada a violaciones a los derechos humanos que es resguardada en archivos militares.

Con el respaldo del Decreto Presidencial de octubre de 2021, el cual otorga facultades plenas al MEH para la consulta de documentación relacionada con violaciones graves a los derechos humanos, el 4 de julio de 2022 comenzaron los trabajos de investigación en archivos militares. Lo anterior inició una etapa de colaboración entre la Comisión y la Sedena.

Sin embargo, a medida que avanzó la investigación, la que inició como una colaboración pasiva se convirtió en una obstrucción activa en la que se desacató la instrucción presidencial de cero ocultamiento y cero impunidad.

A lo largo de un año de labores de investigación, el equipo del MEH asignado a la consulta de los acervos resguardados por el ejército enfrentó diversos hechos de negación y obstaculización en torno a la revisión de documentos, situación que fue incrementando con el paso del tiempo.

En las últimas semanas, las negativas se multiplicaron e incluso derivaron en que el personal militar—que no actúa sin indicaciones de su cadena de mando—incurriera en prácticas de ocultamiento de información por medio de alteración, mutilación e inutilización total o parcial de expedientes. La Sedena desobedece la instrucción presidencial y trastoca el marco normativo al sólo permitir el ingreso al archivo mientras se obstaculizan la consulta y la reproducción digital.

Ante ese panorama, el Mecanismo ha decidido retirar formalmente al equipo de personas investigadoras que mantuvieron su presencia hasta finales de septiembre, mientras no se modifiquen las condiciones antes señaladas.

El MEH ha preparado el informe “Las formas del silencio” en cuyas páginas se muestra evidencia de la obstaculización y falta de colaboración por parte del ejército. Dicho documento se complementa con el anexo “La obstrucción de la verdad”, el cual contiene una cronología de las incidencias documentadas durante el proceso de investigación en los archivos militares.

Las dificultades impuestas por la Sedena transgreden las normas internacionales sobre el derecho a la verdad y la memoria. Además, incumplen el decreto presidencial por el que se crea la CoVEHJ, las obligaciones establecidas en la Ley General de Archivos, en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en la Ley General de Víctimas, en el Acuerdo por el que se establecen diversas Acciones de transferencia de documentos históricos y en la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados que respalda el intercambio de información entre homólogos dentro de la Administración pública.

El MEH considera que, con el ocultamiento de la información, la Sedena perpetúa el ciclo de impunidad, opacidad e injusticia respecto a las violaciones graves a derechos humanos del periodo 1965-1990 de las que fue responsable. La obstaculización de los trabajos de esclarecimiento para la verdad por parte de la institución militar es muestra fehaciente de factores de persistencia en las estructuras del Estado que tienden los hilos del pasado hasta el presente.

Las personas comisionadas que encabezamos este Mecanismo no cejaremos en respaldar la exigencia histórica de las víctimas, familiares y de la sociedad mexicana por la apertura efectiva de los archivos militares como una de las rutas que permitan ejercer el derecho a la verdad, a la memoria y a la justicia. Por las víctimas del periodo 1965-1990, pero también por lo que significa para las víctimas de violaciones graves a derechos humanos

del presente.

#SedenaAbreTusArchivos

Ciudad de México, 11 de octubre de 2023.

Eugenia Allier Montaño, Abel Barrera Hernández, David Fernández Dávalos y Carlos A. Pérez Ricart.

Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990.

 

                                                               Foto: Meh.org.mx