Hace un año, Antonio Díaz había advertido al gobierno federal riesgos de la tensión en Aquila (VIDEO)

 

COLIMA, Col.- Desde enero de 2022, el presidente del Consejo Comunal de Aquila, Antonio Díaz Valencia, advirtió al gobierno federal el riesgo de que, debido a la tensión social existente, ocurriera un derramamiento de sangre en esa comunidad indígena michoacana.

Pero las instancias federales no contribuyeron para la solución del conflicto y, un año después, el 15 de enero de 2023, Antonio Díaz y el abogado defensor de los derechos humanos Ricardo Arturo Lagunes Gasca, fueron secuestrados cuando se trasladaban de Aquila a la capital de Colima, después de haber participado en una asamblea, y desde entonces se encuentran desaparecidos.

El 17 de enero de 2022 Díaz Valencia y Lagunes Gasca habían participado, junto con un grupo de comuneros, en una toma simbólica del Tribunal Unitario Agrario (TUA) distrito 38, con sede en Colima, ante la inconformidad por el manejo de ese organismo frente al conflicto agrario de Aquila, que impactaba en el manejo y distribución de las regalías derivadas de la extracción de hierro realizada por parte de la minera Ternium.

En esa ocasión, Antonio Díaz concedió una entrevista a “Tlanesi. Periodismo de Derechos Humanos”, transmitida en video, en la que expresó sus inconformidades, se quejó de que la comunidad llevaba tres años sin mesa directiva reconocida legalmente y pidió el cumplimiento de una sentencia que ordenaba a la Procuraduría Agraria emitir la convocatoria a una asamblea electiva.

"Nos tienen con la preocupación que en cualquier momento esto acarree una explosión social en la que haya enfrentamientos y derramamiento de sangre; por eso apelamos al gobierno federal y al de Michoacán para que nos escuchen y se resuelva (…), tenemos que seguir esta lucha hasta donde dé, como dicen ahí los campesinos, hasta donde tope; que si hay amenazas y hay dinero de por medio no nos amedrenta nada, los campesinos estamos acostumbrados a comer humildemente y a seguir adelante”.

Comentó que ya habían expuesto la problemática ante funcionarios federales y que la toma de TUA en esa ocasión era “una cuestión simbólica, de unas horas, pero si esto no se resuelve como lo comentamos con otros funcionarios a nivel nacional, tendremos que volver, entonces posiblemente sean las cuestiones más radicales, más duras y de aquí además hay otras acciones como la toma de la carretera costera. Y de ahí, como mete las manos la empresa minera para efecto de dividir a la comunidad y sacar tajada, ya internamente la comunidad goza la libertad para tomar acciones allá en aquel lado”.

El líder comunal dijo que esperaban que el gobierno federal tomara cartas en el asunto “a partir de unos informes que va a haber tanto del delegado de Gobernación en Michoacán y el de Colima, más otros actores políticos y el propio gobernador, que está enterado y empeñado en que esto se resuelva. Eso es lo que esperamos: una cuestión prácticamente de cúpula hasta acá”.

En esa ocasión, Díaz Valencia alertó que “el ambiente social en Aquila es demasiado tenso, al grado de que puede haber los enfrentamientos que ya mencioné y puede haber pérdida de vidas, y lo que anhelamos nosotros es que haya una cuestión social estable, de respeto, de armonía vaya, pero los funcionarios con este magistrado (del TUA) y su secretario de acuerdos contribuyen a que esto se crispe, se ponga difícil”.

En relación con los impactos ambientales de la operación de la empresa minera en la región, Antonio Díaz indicó que ha generado deforestación, afectaciones en los mantos acuíferos y la erosión de la tierra.

"Todo eso es un impacto ambiental muy difícil. Antes el arroyo que está junto a la mina, iba usted y en media hora cosechaba chacales y langostinos para comer toda una familia de diez gentes; ahorita ya no hay ni agua. Y en el río, igual hay perforaciones de hasta 300 metros de profundidad, que al dinamitarse mueven las capas de la tierra y desvían las corrientes”.

—¿Cómo ha cambiado la vida de la comunidad desde que llegó la mina? —se le preguntó.

—Para quienes reciben regalías, se dice que se les apoya, pero en otra parte ha generado división, encuentros ríspidos entre grupos sociales y también una serie de inconformidades de gente que a pesar de no ser comuneros, les llamamos avecindados, también son afectados.

"En la salud, quienes han trabajado ahí y se han jubilado, uno o dos quedaron ciegos porque el trabajo en la minería es muy difícil; otros con problemas pulmonares respiratorios y otros con otra serie de problemas. Se firmó un convenio de que tenían que crear una clínica hospital y tienen simplemente un consultorio con un médico general. Entonces no hay una garantía de salud real.

"En todos los convenios que se han firmado se ha pedido la cuestión de salud y de respeto a la unidad comunal para que no haya división. Se ha pedido también una serie de obras tanto del sector salud como de comunicación, caminos y todo, (pero) no se han cumplido y se tienen las actas. Entonces todo eso genera una inconformidad que está latente”.

Los beneficios de la minería para la región, dijo, sólo se han visto en el aspecto económico, pero “en los demás aspectos puedo considerar que son negativos. La economía sí, pero se les entrega su lanita (a los comuneros beneficiarios de las regalías) y se los acaban en unos cuantitos días y siguen en la misma desgracia, hasta esperar el otro mes, y ahí van, como burócratas que reciben una quincena y desean que a los cinco días llegue la otra quincena. Esa es la situación real. Para la cuestión comercial sí sirve, porque hay lana, el problema es que no hay el medio, la forma de aprovecharla adecuadamente. En cambio, en el impacto social sí se ve lo otro”.

Añadió: “En la calidad de vida, hay que recordar que hay que tener una cultura bien orientada, bien formada para poder aprovechar los medios, los recursos positivamente y en lugar de tirarlos, derrocharlos, como les decía en una ocasión, ‘si se están llevando las piedras, seamos inteligentes, cambiemos piedras por títulos universitarios, cambiemos piedras por una buena vivienda, por un buen ahorro’, pero desgraciadamente en el 90 y tantos por ciento no se da. Sería el anhelo, pero sí, hay factores que inciden para que esto no se dé”.