Desde octubre de 2018, en el terreno que antes era la “fosa común” del cementerio municipal de Manzanillo, se creó un área para resguardar los cuerpos no identificados en sepulturas individuales, señalizadas con una cruz de concreto y un número de referencia para facilitar su recuperación por parte de quienes buscan a personas desaparecidas.
Con esta obra, que para economizar espacios prevé también la construcción de gavetas “en condominio”, el ayuntamiento porteño se adelantó a las propuestas de panteón forense que formuló después la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), cuya titular, Karla Quintana, anunció recientemente un proyecto de esta naturaleza para Colima.
En el periodo del 31 de octubre de 2018 al 4 de abril de 2022, fueron sepultados 108 cuerpos no identificados en esa área especial del panteón municipal manzanillense, donde se cuenta con expedientes de cada tumba y desde entonces, con el cruce de datos con la Fiscalía, ya se logró localizar los restos de tres personas buscadas por sus familiares.
“La finalidad es que los familiares de las personas desaparecidas tengan certeza de que los cuerpos que están en el panteón tienen un espacio y su ubicación es certera”, además de que “cuando el MP nos envía personas a buscar alguna localización nos es fácil dar con el lugar donde fue sepultado”, señala la alcaldesa Griselda Martínez Martínez.
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